Una nueva encuesta difundida por la cadena CNN reveló que más de la mitad de los estadounidenses desaprueba las políticas migratorias del presidente Donald Trump, en particular su programa de deportaciones masivas. Según el sondeo, realizado por la consultora SSRS, un 55 % de los ciudadanos cree que el mandatario fue demasiado lejos en su estrategia contra los inmigrantes indocumentados.
Desde la última medición, realizada en febrero, el rechazo aumentó un 10 %, impulsado principalmente por el crecimiento de la oposición entre demócratas e independientes con tendencia progresista. De hecho, el 90 % de los votantes afines al Partido Demócrata considera que las medidas migratorias son excesivas, mientras que solo el 15 % de los republicanos comparte esa opinión.
La encuesta también muestra una amplia resistencia a otras propuestas claves de la administración Trump: un 57 % rechaza la construcción de nuevos centros de detención con capacidad para 100.000 personas, y un 53 % se opone a aumentar en miles de millones de dólares el presupuesto del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Otra medida controversial que encuentra escasa aceptación es la eliminación de la ciudadanía por nacimiento. Casi el 60 % de los encuestados se manifiesta en contra de esta reforma, mientras que los tribunales aún debaten la legalidad de la orden ejecutiva de Trump que pretende restringir ese derecho a hijos de inmigrantes en situación irregular o con residencia temporal.
A pesar de estas críticas, un 46 % de los consultados considera que las políticas del mandatario han contribuido a una mayor seguridad en el país, y un 42 % cree que el gobierno ha respetado las leyes en la ejecución de las deportaciones. Estas cifras se mantienen estables en relación con los meses anteriores.
En términos generales, los niveles de aprobación de Trump en materia migratoria siguen siendo bajos, con un promedio del 40 % tanto para su manejo de la inmigración como para las deportaciones específicamente. El debate sobre la política migratoria promete seguir siendo uno de los temas más divisivos en el camino hacia las elecciones de noviembre.