Hace días el papa Francisco respondió una carta, enviada por sus ex alumnos (año 1965) del colegio de la Inmaculada, de Santa Fe, con un estilo coloquial, no ajeno al cariño por ellos, pero rebatiendo algunas de sus afirmaciones sesgadas por las grietas que ahondan la separación entre los argentinos. Un lenguaje muy diferente a algunas de sus expresiones anteriores, tan terminantes. No es el hagan lio” dicho a los jóvenes en Brasil, ni el ¿capito?”, denunciando en Cracovia que las guerras son por disputas económicas y no religiosas.
Fuentes del Episcopado señalaron que «hay que entenderlo a la luz de la carta que le mandaron sus ex alumnos”. ¿Francisco, el papa Bergoglio, tiene un modo diferente de decir cuando navega en las bravías aguas de disputas de poder que cuando expresa, con determinación, el legado de su papado incómodo”, como lo llama Nelson Specchia?
En la misiva de los ex discípulos hay una velada crítica al pontífice argentino por ciertos vínculos personales, especialmente con la señora Cristina Kirchner. Le transmiten su profunda preocupación por la crisis que afronta el país, y que está tratando de alterar el sistema judicial en su provecho, lo cual tendrá consecuencias deletéreas para el futuro del país”. A renglón seguido, afirman temerariamente que sus crímenes están a la vista de todos y la justicia no le ha dictado prisión preventiva”. Pero no aluden a un pasado penumbroso reciente en el que el poder judicial fue manipulado por quienes son adversarios de la actual fuerza gobernante. Relativizan, además, la perversidad del lawfare”, al cual el papa apuntó en anteriores oportunidades.
Más tendenciosa es aún la carta de los ex alumnos del colegio jesuítico cuando afirman, potencialmente, que los mismos (delitos) estarían totalmente probados”, arrogándose un paradigma del medioevo de condenar sin juicio previo, negando la presunción de inocencia. E ignoran el instituto de libertad condicional, válido en la medida que no exista intento de fuga ni posibilidad de manipular el proceso. La ex presidenta no hizo nada de esto cuando Macri gobernaba.
Asimismo afirman que si no estuviera amparada por los fueros legislativos, ya la habrían encarcelado hace rato”. Sin embargo, olvidan que la actual vicepresidenta estuvo sin fueros los dos primeros años del gobierno de Cambiemos.
Además, denuncian un escenario preocupante, ante errores del gobierno de Alberto Fernández, demostrado en el reciente sepelio maradoniano”, utilizando una expresión peyorativa para el entrañable mito popular de los argentinos. A todo ello, hacen alusión a las actitudes del dirigente Juan Grabois, en cuanto a la violación al derecho de propiedad privada.
El papa les responde que, sobre la propiedad social, los pontífices que lo precedieron han sido aún más duros. Además, los desafía a que demuestren en qué circunstancias Grabois adujo ser su amigo”.
Retruca Francisco su presunta relación estrecha con Cristina Kirchner, aclarando que la última vez que tuvo contacto con ella, como con Mauricio Macri, fue cuando todavía estaban en funciones presidenciales”.
¿Por qué Jorge Mario Bergoglio utiliza en esta carta un estilo no frontal? Según Daniel Verdú, en El País, de Madrid, uno de los libros de cabecera del papa es Estrategia a la aproximación indirecta”, de Liddell Hart: Una doctrina que aconseja debilitar la resistencia ajena. Francisco es así, nunca se enfrenta frontalmente. Es muy hábil”, dice Verdú. ¿Cuándo surge esta decisión del papa por leer libros ajenos a su rol pastoral? En los 70, siendo jóvenes militantes peronistas, nos reuníamos en un convento en Castelar, en provincia de Buenos Aires. Participaban como observadores tres jóvenes jesuitas: uno de ellos era Jorge Bergoglio. Querían comprender la esencia de un movimiento de masas que había tomado como firmamento político –no confesional– los valores del cristianismo y su compromiso social.
Desde principios del siglo XX, con León XIII, el Código de Malinas, las reformas de Juan XXIII y Pablo VI; la iglesia muestra su preocupación por el rol social de la propiedad, la necesidad de un Estado presente, el principio de la subsidiariedad, el valor del mercado de producción y el acontecer de la sociedad civil. Alentado por el regreso del general Juan Perón y para evitar la lucha armada (No se vence con violencia, se vence con organización”, señalaba Perón) uno de los libros recomendados por aquel entonces, era Estrategia de la aproximación indirecta”, del inglés Liddell Hart (1895-1970), historiador, militar y periodista.
El mismo diario madrileño, al referirse a la astucia de Francisco al conformar el nuevo Colegio de Cardenales –que resolverá la designación de un futuro papa- pretende continuar la línea ecuménica de sus Encíclicas Laudato Si´ y Frattelli Tutti. De allí la importancia que le da a esa estrategia de aproximación indirecta, que es utilizable para a otros tipos de organización. Un texto excelso que cito, además, en mis libros académicos sobre administración pública.
Muchos no creyentes son seducidos por el papa Francisco, por su compromiso en temas globales y sociales. Y es el puente de Bergoglio con el peronismo, como concreción en la vida de los pueblos de los principios del cristianismo y de una (hasta ahora) lavada tradición judeocristiana. Para esto no se necesita tener una postura confesional. Como señala el propio papa, debemos pensar en una antropología relacional” transversal a todas las culturas y religiones que valoran la dignidad humana.
Ex ministro de Finanzas, profesor consulto de la UNC
