Una mujer se escapó del Hospital Zonal de Caleta Olivia ayer en Santa Cruz, cuando los profesionales del nosocomio estaban por aislarla, debido a que ingresó con todos los síntomas del hantavirus. Según datos recabados, la mujer ingresó al Hospital con los primeros síntomas de hantavirus, similares a un estado gripal: fiebre, dolores musculares, escalofríos, cefaleas, náuseas, vómitos y dolor abdominal.
Al advertir los síntomas, los médicos se dispusieron a aislarla, como indica el protocolo, aunque a los pocos minutos advirtieron que la mujer se había ido del hospital. Hasta el momento no trascendió si desde el Hospital Zonal se tratará de rastrear el paradero de la mujer, que podría haber contraído el virus hanta, que ya se cobró 11 vidas por el brote en Epuyén.
En el caso de la mujer fugitiva, si bien no estaba confirmada la presencia del virus que contagia el roedor coililargo, los médicos habían decidido aislar a la paciente y seguir con los análisis. El brote de la cepa Andes del virus comenzó en Epuyén el 3 de diciembre pasado y se produjo a raíz de una posible mutación del virus: ahora se contagia de persona a persona.
De todas maneras esa hipótesis no está confirmada cien por ciento, ya que se esperan los resultados de análisis que están realizando en el Instituto Malbrán.
Por otro lado, a raíz de los últimos casos detectados en la provincia de Buenos Aires, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) reclamó a las autoridades provinciales que se tomen medidas urgentes para evitar la propagación del virus hanta en cárceles, comisarías, centros de jóvenes y neuropsiquiátricos. En su tarea de control y monitoreo de los lugares de encierro, la CPM viene advirtiendo sobre las gravosas condiciones materiales de detención que multiplican las posibilidades de producción y propagación de determinadas enfermedades. En las inspecciones que se realizan de manera periódica en esos lugares, la CPM denunció como un rasgo común la presencia de roedores en las celdas o ámbitos de alojamiento de las personas detenidas.