La futbolista argentina Macarena Sánchez fue desvinculada el pasado 5 de enero de su club UAI Urquiza por “cuestiones futbolísticas” y ahora lucha contra los dirigentes por sus derechos. La cuestión reside principalmente en que su desvinculación se dio en mitad del torneo “dejándola sin trabajo, como mínimo, por los próximos seis meses” debido a que ningún equipo puede incorporar hasta esa fecha.
Luego de ese suceso, Sánchez intimó legalmente a la institución bonaerense y a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y todavía espera respuesta. Además, la delantera publicó el lunes un comunicado a través de su cuenta de Twitter que pedía por el reconocimiento de las futbolistas como trabajadoras profesionales.
En una de sus partes, el texto sentencia: “Dichos mecanismos son una réplica exacta de aquellos utilizados para negar el reconocimiento de la relación laboral profesional de los hombres jugadores de fútbol, durante los años 30 en Argentina y que derivaron, con incontables luchas de por medio, en el reconocimiento de la profesionalización de fútbol masculino”.