La corrida cambiaria y la devaluación de peso provocaron que la fuga de dólares durante 2018 alcance un nuevo máximo anual, al superar los 27.230 millones de dólares. Es la cifra más alta registrada desde que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) comenzó a publicar la serie, en 2002. Además, el monto es muy similar a los desembolsos pactados con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para el año pasado.
“El Fondo mandó 28.264 millones de dólares. Sin fuga no tendríamos FMI. Es para pensar”, afirmó el investigador del Centro de Economía Política Argentina (Cepa), Hernán Herrera. Lo que quiso explicar Herrera es que todo lo que entró mediante el auxilio financiero del organismo, salió en calidad “formación de activos externos del sector privado no financiero”.
La información se desprendió del informe titulado “Evolución del Mercado de Cambios y Balance Cambiario” correspondiente a diciembre pasado. El último mes de 2018, la fuga de capitales fue de 862 millones de dólares. El número duplicó el registro de noviembre (408 millones de dólares). Además, el monto superó en un 22% al registrado en todo 2017 (22.150 millones de dólares) y dejó muy atrás el anterior récord de salida de divisas observado en 2008 (23.100 millones).
Cabe remarcar que la relación entre la salida de dólares y el ingreso de divisas fruto del acuerdo con el Fondo resulta aún más llamativo si se tienen en cuenta los tres años en los que Cambiemos gobernó. Desde que Mauricio Macri asumió la presidencia, la fuga de capitales totalizó 59.329 millones de dólares. El número supera definitivamente todos los fondos estipulados por el acuerdo con el FMI para los próximos años.
Y la expectativa es que en 2019, por tratarse de un año electoral bastante cargado de incertidumbres, continúe la aceleración registrada en diciembre. “Creo que en algún momento (la fuga de capitales) va a volver a aumentar debido a las elecciones. Algo ya se vio en diciembre”, explicó el economista jefe de Management & Fit, Matías Carugati.