Irak es uno de los países más afectados en Medio Oriente, con casi 700.000 casos reportados y más de 13.400 muertes desde el inicio de la pandemia.
Después de tocar su punto máximo en septiembre con 5.000 nuevos positivos por día, la curva epidemiológica cayó hasta registrar cerca de 800 en diciembre y a principios de este mes volvió a ascender hasta alcanzar cifras similares a sus peores registros.
Ante la llegada del sumo pontífice, se impuso el cierre de algunos establecimientos no esenciales.