El ataque se dirigió hacia tres camiones cargados con municiones provenientes de Irak cerca de la ciudad de Bukamal, en el noreste de Siria. Todos los muertos pertenecían a la fuerza de Hashed al-Shaabi, patrocinada por el estado de Irak y que agrupa a diversas milicias pequeñas que tienen vínculos con Irán.
Estos ataques fueron autorizados en respuesta a los recientes ataques contra el personal estadounidense y de la coalición en Irak”, explicó el vocero del Pentágono, John Kirby. La acción militar mereció el repudio de Siria, Rusia e Irak.