El afroestadounidense Andrew Brown, abatido por la Policía en el sureño estado de Carolina del Norte la semana pasada, recibió cinco disparos, uno en la nuca, denunciaron ayer los abogados de la familia del hombre al presentar las conclusiones de una autopsia independiente, mientras que el FBI anunció que abrió una investigación de derechos civiles sobre esta muerte que avivó los reclamos contra la violencia racista en Estados Unidos.
Brown fue asesinado a tiros por la Policía el miércoles pasado en la ciudad de Elizabeth City, ubicada en el este de Carolina del Norte, después de supuestamente alejarse en su coche de los oficiales que estaban ejecutando una orden de registro relacionadas con drogas en su residencia.