Junto a los comandantes del Ejército, la Marina, la Aeronáutica y algunos ministros, el propio Bolsonaro participó del evento y observó el convoy de vehículos militares desde lo alto de la rampa del Palacio de Planalto, con vista al Congreso y la Corte Suprema.
El desfile de los tanques de guerra pasó incluso por las puertas del Parlamento, mientras se debatía la polémica iniciativa de Bolsonaro que pretende cambiar el actual sistema de voto electrónico por el de voto impreso, ante sus infundadas denuncias de fraude. Decenas de partidarios del mandatario se concentraron además frente a la Presidencia, algunos con carteles que pedían una intervención militar para salvar a Brasil”.
Si bien Bolsonaro negó cualquier intención de presionar al Congreso antes de la votación de su propuesta -que los cálculos previos indican será rechazada-, el desfile de blindados es algo inédito desde la vuelta a la democracia en Brasil, según los expertos.
Ocurre además con otras coincidencias infelices para el mandatario, pues el Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil pidió ayer al Supremo Tribunal Federal (STF, Corte Suprema) que investigue al presidente por haber filtrado el contenido de una investigación policial sobre un ataque a urnas electrónicas ocurrido en 2018, en su campaña para modificar el sistema de votación.