Con más de 40 años de experiencia en investigaciones, un ex agente del FBI llamado Thomas Martin, publicó una serie de patrones que indican que una persona engaña a otro y dio detalles de cuáles son las señales menos conocidas que las parejas rara vez tienen en cuenta para desenmascarar a los infieles.
Martin, que se desempeña como presidente de su propia agencia de investigación privada, manifestó que tiene la habilidad de ver y conocer todas las señales que indican infidelidad. Asimismo, aseguró que una persona no debe preocuparse si detecta en su pareja una o dos señales. En el caso de detectar cuatro o más, el experto aseguró que casi es una admisión de culpabilidad por parte de la o el infiel.
Entre los signos más evidentes que dio a conocer Martin se encuentran: pasar horas extras en el trabajo, los viajes de negocios, menor cantidad de relaciones sexuales o estar todo el tiempo a la defensiva”.
El investigador privado aclaró que, en la era actual de la tecnología, la mayoría de las personas pueden confirmar sus temores por sí mismas y ya no dependen tanto de los expertos para investigar una infidelidad. El juego cambió de manera drástica. Y la tecnología es el 100% de la razón”, dijo Martin.
Las 20 pistas que pueden indicar una infidelidad son:
Los cambios de hábitos.
Salir temprano de la casa y regresar tarde.
Los viajes de negocios.
Las ausencias por vacaciones o eventos familiares.
Las horas extras excesivas.
Los gastos inexplicables.
Las cuentas secretas en las redes sociales o correo electrónico alternativo.
Las facturas de tarjetas de crédito ocultas.
El aseo personal adicional.
El olor a perfume de otra persona o manchas de lápiz labial en el cuello o en la ropa.
La compra de regalos.
Los artículos inexplicables encontrados en lugares extraños.
Anotarse en el gimnasio.
Las llamadas perdidas en el celular desde un número desconocido.
Los mensajes de texto codificados o secretos.
Tener menos relaciones sexuales.
Ser evasivo o estar a la defensiva.
Las mentiras obvias.
La irritabilidad o el mal genio.
El odio a las visitas inesperadas porque la presencia de la pareja puede llegar en un momento inoportuno para la persona infiel.