Luciana Echevarría, legisladora y precandidata a diputada nacional por el MST en el Frente de Izquierda Unidad, participó ayer de un bengalazo naranja” frente al Arzobispado de Córdoba bajo la consigna Marea Naranja por un Estado Laico”.
En ese marco, comentó: Con la lucha feminista conquistamos derechos históricos, pero la iglesia sigue oponiéndose a cada una de nuestras libertades y lamentablemente aún tiene mucho poder para hacerlo: se oponen a la educación sexual integral, a la disidencia sexual, al cannabis medicinal y a casi cualquier cambio positivo para la sociedad. No tienen ningún argumento científico y pretenden que su dogma rija como ley para todas las personas. Es increíble que en pleno siglo XXI la iglesia aún no esté separada definitivamente del Estado. Tenemos propuestas concretas para avanzar en esta necesaria dirección”.
En primer lugar, hay que dejar de financiar a la curia y sus colegios que reciben en todo el país cerca de 60.000 millones de pesos al año. Mientras el 50% de la población es pobre y 7 de cada 10 chicos no cubren sus necesidades básicas, los gobiernos destinan millones al sostenimiento de la Iglesia, es inadmisible. Y, en segundo, lugar también hay que cortar con el poder simbólico que ejercen: los edificios públicos son laicos y por ende no debe haber ningún símbolo religioso en ellos. Ya conquistamos el derecho al aborto legal con la marea verde y ahora está creciendo una ola naranja que tiene que entrar al Congreso y no detenerse hasta separar la iglesia del Estado”, explicó la referente de la izquierda cordobesa.