La automotriz Renault Argentina suspendió ayer a sus 1.500 operarios (que cobrarán el 75% de sus salarios) y paralizó la planta de producción ubicada en barrio Santa Isabel de nuestra ciudad hasta mañana inclusive por el derrumbe en las ventas. La empresa decidió parar la planta tras alcanzar un acuerdo con el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), con el objetivo de evitar despidos en el corto y mediano plazo.
Se trata de un plan de contingencia que podría repetirse en las próximas semanas, debido a que la compañía -al igual que sus competidoras- tiene stock que no está pudiendo colocar en el mercado por la notable baja en la demanda de vehículos. Como se sabe, la venta de automóviles cero kilómetro cayó un 42,8 % anual en febrero, hasta las 39.825 unidades. Los indicadores de ventas y patentamientos son negativos desde septiembre pasado y, al menos por ahora, en la industria no ven señales de recuperación hasta el segundo semestre de 2019. Según informó la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara), los autos patentados durante febrero de 2019 representan una baja del 33,7 % en comparación con el mes anterior.
La pronunciada crisis de la industria automotriz afecta a más de 7.000 operarios en todo el país
Así es como la industria automotriz acumula una caída de las ventas cercana al 50 % en el primer bimestre del año. Por eso ya son seis las terminales automotrices que dispusieron suspensiones de personal para recortar la fabricación. La última en sumarse fue Renault. Otra francesa, el Grupo PSA Argentina, fue más allá: frenó durante todo marzo la producción de su planta de El Palomar, donde ensambla modelos de Peugeot y de Citroën. La planta tiene alrededor de 1.500 operarios, que cobrarán el 75 % de su salario durante el tiempo en el que las líneas de montaje estén paradas, que podría extenderse también a abril. En la fábrica se producen los Peugeot Partner, 308 y 408 y los Citroën Berlingo y C4 Lounge.
Honda también dispuso una suspensión de largo aliento durante este mes: serán tres semanas en su planta de motos y cuatro la de la camioneta HR-V, en Campana. Ambas líneas se paralizaron a partir del 25 de febrero. Las motos volverán a montarse el 18 de marzo y los autos, desde el 25 de este mes. La medida afecta a unos 700 operarios. General Motors venía había decidido suspender un turno desde septiembre y la medida se extenderá hasta mayo.