El ministro de Hacienda de la Nación, Nicolás Dujovne, y el presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA), Guido Sandleris, viajarán hoy a Washington, Estados Unidos, para participar de la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). El evento se realizará el viernes y el sábado próximos, pero la comitiva argentina decidió arribar con días de antelación para acelerar las negociaciones con el FMI, tras los elogios y las críticas que se escucharon en la reunión que mantuvieron el viernes pasado funcionarios argentinos y del organismo internacional.
Durante ese encuentro, el Fondo le reclamó al Gobierno una mayor “prudencia” en el gasto público y advirtió que las medidas tomadas para combatir la inflación “han decepcionado”. En concreto, el organismo conducido por Christine Lagarde le pidió a la Casa Rosada que redoble los esfuerzos y que profundice el ajuste. Sin embargo, las exigencias del organismo conllevan un costo político que Cambiemos no está dispuesto absorber. El mismo FMI reconoció que sus reclamos son “poco realistas” en un año electoral. En vistas de esta circunstancia particular, trascendió que Dujovne y Sandleris pedirán al FMI que sus demandas pasen para después de octubre. Es decir, luego de que se realicen las elecciones presidenciales.
El objetivo sigue siendo el mismo: lograr en 2019 la meta fiscal de déficit cero comprometida en el acuerdo sellado entre Argentina y el Fondo el año pasado. Y al parecer, el FMI centró su atención en la caída real de la recaudación tributaria, que lleva varios meses por debajo del avance de la inflación. En ese punto centralizaron sus críticas y también sus recomendaciones.
El FMI consideró como alternativa aumentar la presión tributaria. También contempló una contracción más importante en los niveles de gastos. De cualquier manera, significaría un nuevo ajuste que afectaría directamente los bolsillos de los argentinos. Según el último informe sobre la situación económica del país, el Fondo Monetario recomendó “medidas de contingencia” para el caso de que los ingresos al fisco sigan cayendo. “Estas medidas incluyen reducciones más profundas de los subsidios, la eliminación de exenciones impositivas, un incremento al porcentaje de IVA que se aplica a algunos productos y bienes seleccionados y mejorar la cumplimiento fiscal”, aseguraron desde el FMI. Cabe recordar que algunos productos, entre los que se encuentran alimentos, tienen una alícuota diferencial de IVA.
En otro tramo del reporte, el Fondo pidió, en aras de lograr una mayor recaudación impositiva, que el Gobierno identifique “aquellos contribuyentes que están registrados de manera incorrecta en el régimen de monotributo”.