Naciones Unidas quiere «un acceso seguro y libre» para la ayuda humanitaria en Ucrania, según dijo este viernes su secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, Martin Griffiths.
Los trabajadores humanitarios deben poder disfrutar de «protección» cuando llevan ayuda a la población «en todas las regiones de Ucrania afectadas por el conflicto», reclamó Griffiths en conferencia de prensa.
Según la ONU, unas 100.000 personas ya resultaron desplazadas por el conflicto.
«Esperamos otros 1,8 millones o incluso más» en el futuro, advirtió el funcionario, quien precisó que no necesariamente todas esas personas necesitan ayuda humanitaria.
Ya antes del inicio de la ofensiva rusa, Naciones Unidas asistía a unos 3 millones de personas en el país, en particular en el este, donde existe un conflicto entre fuerzas gubernamentales y separatistas rusoparlantes desde 2014.
Según Griffiths, todos los equipos del sistema de la ONU siguen de momento presentes en Ucrania, aunque algunas personas no esenciales y familias fueron evacuadas.
También indicó que en los próximos días habrá una solicitud de fondos en Ginebra para hacer frente a una «escala de necesidades» que deberá figurar «entre las más altas», consignó la agencia de noticias AFP.
En tanto, el impacto de las sanciones económicas infligidas a Rusia en el trabajo de las organizaciones humanitarias está siendo evaluado con la Cruz Roja internacional, concluyó.