El cometa interestelar 3I/ATLAS tendrá el 19 de diciembre su punto de mayor cercanía a la Tierra, un evento clave para la astronomía mundial. Tras ese acercamiento, el objeto iniciará un recorrido definitivo fuera del sistema solar y no volverá a ser observable.
Según datos de la NASA, el cometa pasará a unos 270 millones de kilómetros del planeta, una distancia segura. Aun así, esa fecha representa la mejor oportunidad para su observación desde la Tierra.
Qué es el cometa 3I/ATLAS
El 3I/ATLAS es apenas el tercer objeto interestelar confirmado que ingresa a nuestro sistema solar. Su origen fuera del entorno solar lo convierte en un caso de estudio excepcional para la ciencia.
Fue descubierto en julio y desde entonces captó la atención de astrónomos de todo el mundo. Sus características inusuales motivaron observaciones constantes de agencias espaciales.
Cómo observar el cometa desde la Tierra
El cometa no podrá verse a simple vista debido a su baja luminosidad. Para observarlo será necesario contar con telescopios pequeños o binoculares astronómicos.
El mejor momento será durante las horas previas al amanecer, cuando el cielo esté más oscuro. La recomendación es dirigir la observación hacia el horizonte sureste, cerca de las constelaciones de Virgo y Leo.
Las imágenes del Hubble y su intensa actividad
Tras su máximo acercamiento al Sol, ocurrido el 29 de octubre, el 3I/ATLAS mostró una actividad significativa. Imágenes captadas por el telescopio Hubble permitieron identificar su núcleo y la coma que lo rodea.
Además, se confirmó la presencia de dos colas. La Agencia Espacial Europea explicó que una corresponde a una cola de plasma y la otra a una cola de polvo.
Las observaciones también detectaron un brillo intermitente en el cometa. Chorros de gas y polvo se liberan en intervalos regulares de 16,16 horas, generando variaciones en su luminosidad.
La NASA y la ESA atribuyen este comportamiento a la rotación del núcleo. Al girar, expone zonas de hielo que se subliman al recibir radiación solar.
Debate científico sobre su comportamiento
El astrofísico Avi Loeb planteó que la intensidad del brillo es mayor a la esperada para un cometa convencional. También señaló una aceleración no gravitacional y una composición química poco habitual.
Estas observaciones abrieron discusiones dentro de la comunidad científica. Sin embargo, la NASA descartó cualquier hipótesis artificial y reafirmó que se trata de un objeto natural.
Después del 19 de diciembre, el cometa seguirá una trayectoria hiperbólica que lo llevará más allá de la órbita de Júpiter. Su brillo disminuirá progresivamente hasta desaparecer de la vista y abandonar para siempre el sistema solar.









