Pasados seis meses de las primeras denuncias penales sobre los bebitos fallecidos en el Materno Neonatal, todavía nos refregamos los ojos porque las firmes presunciones sobre lo ocurrido parecieran ser más un libro de terror que una historia real.
La investigación del fiscal Raúl Garzón es minuciosa y ahora sólo resta la realización de la muy importante pericia médica, en la que todos los datos de las historias clínicas de los trece bebitos afectados presuntamente por inyecciones de potasio, insulina o alguna otra cosa, serán comparados y cotejados por los forenses oficiales y peritos de parte. A priori, la línea de tiempo entre marzo y junio de este año ubica a cada uno de los ocho bebitos sobrevivientes y a los cinco fallecidos, más la prueba testimonial, y la pericia interdisciplinaria a la enfermera Brenda Agüero; como así también cruces telefónicos que demuestran la irresponsabilidad de las autoridades a la hora de optar por investigar los hechos puertas adentro del nosocomio sin denunciar judicialmente, lo que podría haber ayudado a salvar algunas vidas.
Ahora bien, de confirmarse la presunción… ¿por qué Brenda Agüero asesinaba a estas criaturas indefensas? Toda conducta que se repite y mantiene es porque existe algo que la sostiene. En este caso, ¿cuál era esa motivación?, ¿un trauma personal no resuelto?, ¿qué otra cosa? La investigación es compleja porque el caso lo es y, tal vez, esta causa sea elevada a juicio a mediados de 2023, sin precisiones sobre el «mundo interno» de la acusada. Lo cierto es que desde junio, cuando estas muertes seriales se conocieron públicamente, se terminaron los «fallecimientos raros» en el Ramón Carrillo.
Hace algunas semanas, el fiscal Garzón dijo que, tal vez, lo sucedido se podía comparar al caso reflejado en la película El Ángel de la Muerte, estrenada recientemente en la plataforma Netflix, y que muestra una macabra historia real del enfermero Charles Edmund Cullen, condenado a 18 cadenas perpetuas por asesinar alrededor de 400 pacientes en nueve hospitales diferentes de Estados Unidos; en los que trabajó entre finales de los 90 y hasta 2003 cuando fue detenido. Salvando las distancias, los tiempos y las circunstancias, nos preguntamos de todos modos… la enfermera Agüero, ¿podría ser otro ángel de la muerte?