Como un péndulo, a veces las vidas de algunas personas se bambolean entre extremos desconcertantes e increíbles, casi sin intermedios ni lógica alguna. Hace algunos días, la Cámara Doce del Crimen condenó a Nahuel Matos a 10 años y 8 meses de prisión por el asesinato de Carlos Darío Cuestas, a quien mató de tres balazos al frente de sus tres hijas en barrio San Jorge. El hecho ocurrió el 11 de noviembre de 2022 cuando Cuestas tuvo una discusión con su vecino, el ex suegro de Matos. En el momento, la situación no pasó a mayores, pero cuando este hombre llamó a su ex yerno, éste llegó furioso y arremetió a trompadas contra Cuestas, para finalmente dispararle a quemarropa.
Si bien Matos tenía antecedentes de violento, el 30 de noviembre de 2020 actuó como un Superman al salvar a un familiar que había caído a un desagüe de la Circunvalación, luego de un accidente automovilístico. El siniestro sucedió en plena tormenta y con los desagües convertidos en cataratas torrenciales. Al ver un utilitario dado vuelta, Matos se arrojó como pocos podrían hacerlo y logró sacarles el cinturón de seguridad al conductor, a una cuñada, y a un sobrino, y así rescatarlos con vida a los tres. Por supuesto, pudieron haber muerto ahogados, si Matos no pasaba en ese momento por ese lugar.
A veces hacemos cosas sin pensar demasiado y que de otro modo no sucederían. Como dijo el abogado querellante Manuel Alonso, en sólo dos años, Matos pasó de héroe a villano.