Por primera vez en su historia, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) cerró un año completo sin aprobar la producción de ninguna película nacional. El dato, confirmado por un informe del Espacio Audiovisual Nacional (EAN), revela la gravedad de la crisis que atraviesa el sector bajo la actual gestión de Carlos Pirovano. A través de un escrito, EAN calificó de “altamente negativo” el primer año de la nueva gestión del organismo autónomo. Además, la presidenta de APIMA (Asociación de Productores Independientes de Medios Audiovisuales) e integrante de la comisión directiva de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, Vanesa Pagani, advirtió sobre el desempeño de la gestión y afirmó que durante el año pasado no existió el fomento a películas nacionales.
La paralización es consecuencia de una serie de medidas implementadas desde comienzos de 2024, entre ellas, la eliminación de las herramientas de preclasificación y la suspensión de líneas de financiamiento. Además, la Resolución 27/2024 congeló la recepción de nuevos proyectos por 90 días, agravando el parate en toda la industria audiovisual.
A la falta de aprobaciones se suman despidos en el organismo, recortes de presupuesto y denuncias de vaciamiento. Desde el INCAA, su presidente relativizó el informe aunque no presentó cifras alternativas. Mientras tanto, el daño es visible: la participación del cine argentino en la taquilla cayó al 2,19%, el porcentaje más bajo de las últimas décadas, según informa el medio especializado GPS audiovisual.
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