El antecedente más cercano de los actos de repudio en el deporte estadounidense encuentra el caso del mariscal de campo Colin Kaepernick, del equipo San Francisco 49ers de la liga de football americano. En 2016, en un partido de pretemporada, el talentoso escuchó el himno nacional con una rodilla en tierra.
No me voy a parar para mostrarle respeto a una bandera en un país que oprime a la gente negra y a la gente de color”, indicó el jugador que se había manifestado en contra de la brutalidad policial.
Esta acción mereció las críticas del presidente Donald Trump, quien pidió sanciones a Kaepernick primero y a todo aquel que se manifestara pacíficamente en público. Éstas no tardaron el llegar: los dueños de las 32 franquicias hicieron un pacto” para no contratar al jugador, quien debió retirarse.
En 2014, Eric Garner, fue arrestado por vender cigarrillos de manera ilegal. Murió mientras le pedía al policía Daniel Pantaleo que dejara de apretarle el pecho ya que no podía respirar. LeBron James, el mejor jugador de la actualidad, se sumó a la protesta y enfrentó al canal Fox, ligado a la derecha de Estados Unidos. Tras el asesinato de Floyd, volvió a hacer referencia al hecho al señalar que lo que dije es correcto. Pero no nos vamos a callar y driblar. Definitivamente no, significo mucho para la sociedad y los jóvenes”.
Alí y Las Panteras negras
Sin lugar a dudas, el gesto más fuerte de compromiso político y social del deporte en cuanto al racismo fue lo realizado por Jonh Carlos y Tommie Jet” Smith en los Juegos Olímpicos de 1968. La imagen es icónica, Ambos velocistas ocuparon los primeros lugares del podio en los 200 metros llanos y tras recibir las medallas, subieron al podio descalzos, con un guante negro y levantaron el puño, para mostrar la adhesión al movimiento Panteras Negras.
El gesto fue repetido por todos los atletas negros de Estados Unidos que subieron al podio. Antes, en 1966, Muhammad Alí se negó pacíficamente a participar de la guerra de Vietnam, fue condenado a cinco años de prisión, le suspendieron su licencia y le arrebataron su título de campeón mundial de los pesados No, no voy a ir a 10.000 millas de casa para ayudar a asesinar y quemar otra nación pobre, simplemente para continuar la dominación de los blancos. El verdadero enemigo de mi pueblo está acá. Así que iré a la cárcel, ¿Y qué? Hemos estado en la cárcel durante 400 años”, dijo.
Jordan también alzó la voz contra el racismo
Estoy profundamente entristecido, verdaderamente dolorido y completamente enojado. Veo y siento el dolor, la indignación y la frustración de todos. Estoy con aquellos que están denunciando al arraigado racismo y violencia hacia la gente negra en nuestro país. Ya hemos tenido suficiente”.