El Supremo Tribunal Federal de Brasil decidirá mañana si se juega la Copa América en su país, día que fijó para tratar en «una sesión de urgencia» un pedido de suspensión del certamen que será presentado hoy por el Partido Socialista (PSB).
La solicitud de cancelar el torneo está impulsada por el diputado Julio Delgado, del PSB. «No podemos hacer eventos con 460.000 muertos (por la pandemia de coronavirus) en Brasil, el segundo país en el mundo», dijo hace unos días el legislador, quien acusó al presidente, Jair Bolsonaro, de querer organizar la Copa América «para mejorar su imagen».
La Conmebol cedió a Brasil la organización del certamen luego de la renuncia de Colombia, por la crisis social que atraviesa, y de la Argentina, por la situación sanitaria derivada de la pandemia.
A la presentación de Delgado se opondrá la Abogacía General de la Unión, que en nombre de Bolsonaro elaborará los argumentos para la realización del torneo. De alguna manera ya lo hizo hoy el ministro de Salud, Marcelo Quiroga, ante la Comisión Parlamentaria del Senado.
«Están dadas todas las condiciones para la organización de la Copa América en nuestro país. No hay mayor riesgo de contagio del que hay en los partidos de las Eliminatorias o de las copas Libertadores y Sudamericana, porque se usa el mismo sistema de burbuja sanitaria para todos los equipos», explicó.
En el medio quedaron los jugadores brasileños, que días atrás sugirieron la posibilidad de oponerse a la realización del certamen, pero que ahora, según la prensa nacional, habían cambiado de parecer. Sobre todo luego de la salida del presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Rogerio Caboclo, acusado de «asedio sexual» por una secretaria de la institución.
El enojo de los jugadores con Caboclo tenía que ver primero con su decisión unilateral de aceptar la organización de la Copa, es decir que no los hubiera consultado; y luego con su amenaza velada de despedir al DT del seleccionado, Tite, si el plantel se mantenía firme en la decisión de renunciar al campeonato.
En ese sentido hoy se expresó Claudio Casagrande, «socio» del legendario Sócrates en la «Democracia Corinthiana» (un plantel autogestivo que a inicios de los 80 tomaba decisiones en conjunto en el equipo y se oponía a la dictadura): «Si los jugadores participan de la Copa son unos cobardes, sobre todo luego del apoyo popular que consiguieron» ante su posible renuncia, apuntó.
El inicio de la Copa América está pautado para el domingo 13 de junio, con los partidos Brasil-Venezuela (en el estadio Mané Garrincha, de Brasilia) y Colombia-Ecuador (en Cuiabá). El debut de Argentina será el lunes 14, ante Chile, en el Nilton Santos de Río de Janeiro.