Alexander Medina fue presentado ayer oficialmente como nuevo entrenador de Talleres, tras la salida de Walter Ribonetto. Será el segundo ciclo del “Cacique” al mando del primer equipo albiazul, que tendrá que afrontar dos competencias.
Primero enfrentará a Boca en cuartos de Copa Argentina, partido que se disputará este sábado en Mendoza y que para muchos significa una revancha personal. Y, en segundo lugar, seguir sumando de a tres en la Liga Profesional para lograr posicionarse en zona de copas de cara al 2025 y por qué no pelear el campeonato.
“Es un gusto enorme estar nuevamente en el club. La llegada se dio por una llamada de (Andrés) Fassi. Me sentí muy cómodo el tiempo que estuve en el club y necesitaba estar donde quiero. Tengo sentimientos importantes por el club y la gente”, dijo el uruguayo en su primer contacto con la prensa, tras dirigir el entrenamiento matutino.
“Hicimos un balance del plantel y hay herramientas suficientes para desplegar un buen trabajo. Estamos muy entusiasmados con la etapa que comienza. Ojalá podamos hacer algo importante por el club”, expresó, y añadió: “Estamos buscando opciones para reforzar el plantel. Hay una buena base pero estamos en la evaluación constante”.
Con respecto al juego ante Boca, destacó: “El sábado es el primer objetivo que tenemos. Trataremos de llegar bien a ese mata a mata con Boca. En el torneo tenemos mucha confianza de que quedan jornadas para pelearlo. Talleres elevó la vara de los objetivos. No es el mismo del 2019. Trabajaremos para lograr algo importante”.
Y sumó: “Con el trabajo que proyectemos el equipo va a ir evolucionando. Vamos a tratar de que rápidamente los equipos comprendan lo que queremos. Trataremos de ser competitivos para pasar de fase en la Copa Argentina”.
“Me quedó la espina de la final con Boca y del torneo que peleamos hasta el último momento. Esas son las cuestiones que hoy me tienen aquí. Tenemos que trabajar para que eso se dé”, dijo.
Cuando le consultaron si quería brindar un mensaje para la hinchada, Medina fue contundente: “Con el hincha tengo agradecimiento. Todo el proceso fue de un apoyo constante. Acá estoy con la misma ilusión y compromiso que en 2019. Esto se tendrá que ver reflejada en el resultado. La exigencia del hincha cambió, pero el paladar no”.
Y cerró: “Necesitaba, junto a mi familia, estar en un lugar donde quería estar. Los sentimientos que tengo por Talleres y por la gente son muy fuertes”.