En la última función del año, McLaren cumplió su promesa: ser un equipo al servicio del título. Y esa cohesión fue la base sobre la que Lando Norris construyó el primer campeonato de su carrera, al terminar tercero en el Gran Premio de Abu Dhabi.
La victoria quedó en manos de un implacable Max Verstappen, pero el resultado no modificó el desenlace del torneo. Oscar Piastri, segundo, completó el podio en una jornada estratégica que terminó inclinando la balanza hacia el británico.
La largada mostró desde el primer instante la inteligencia táctica del equipo de Woking: Piastri cuidó la posición de Norris, lo superó con una maniobra planificada en la curva 9 y se lanzó a perseguir a Verstappen con neumáticos duros, mientras el nuevo campeón administraba el ritmo detrás suyo con gomas medias. En ese esquema, el tercer puesto le alcanzaba a Lando para coronarse, siempre y cuando no surgiera un contratiempo.
A partir de allí, la carrera se convirtió en un tablero de ajedrez. Las primeras detenciones en boxes alteraron el equilibrio y pusieron a prueba la capacidad de Norris para avanzar entre el tráfico.
La respuesta fue contundente: sobrepasos limpios, decisión en cada maniobra y una doble superación a Stroll y Lawson que lo devolvió al lote delantero sin perder tiempo crucial.
El episodio más tenso llegó con Yuki Tsunoda, quien intentó frenarlo con cambios de dirección excesivos, acción que terminó sancionada con cinco segundos. El británico no se desestabilizó: lo superó por afuera y mantuvo su plan de carrera mientras Verstappen completaba su parada y volvía a pista con aire limpio.
En las últimas vueltas, y tras un nuevo ingreso a boxes, Norris debió reencontrarse con el ritmo para sostener la diferencia sobre Charles Leclerc y acompañar a Piastri en una defensa silenciosa que McLaren manejó sin fisuras. Verstappen, dominante, marcó el pulso de la prueba, pero no alcanzo: ocho victorias en la temporada no fueron suficientes frente a la regularidad de Norris.
Para Franco Colapinto, en cambio, la carrera fue el reflejo de un año cuesta arriba. El argentino terminó 20º, otra vez limitado por un Alpine poco competitivo y sin posibilidades reales de pelear posiciones. Con la mente ya puesta en 2026, la escudería espera darle un auto más confiable y competitivo en la próxima temporada.
El cierre del campeonato dejó una imagen clara: McLaren supo ser equipo cuando más lo necesitó. La estrategia funcionó, la ejecución fue sólida y Lando Norris, a sus 26 años, alcanzó por primera vez la cima del automovilismo mundial.
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