Más de 26.000 almas presenciaron la gesta en Alberdi. En un marco imponente, Belgrano revirtió la imagen del partido de ida, derrotó a Racing de Avellaneda por 2-0 y se adueñó del Segundo Torneo de la Primera División, para escribir la página más dorada de su historia.
Desde el arranque, las Piratas salieron a imponer condiciones, empujadas por el rugido de su gente. La urgencia se transformó en gol antes de los cinco minutos: Lourdes Rodríguez desbordó con criterio por la izquierda y Mayra Acevedo, con olfato de goleadora, se anticipó a la defensa académica para puntear la pelota y marcar el 1-0. El tanto no solo igualó la serie, sino que funcionó como un desahogo inmediato que encendió la fiesta en el Julio César Villagra.
Con la tranquilidad del empate en el global, el equipo de Mariana “Pomu” Sánchez fue por más. Promediando la primera mitad, la pelota parada resultó la llave. Tras una segunda jugada, apareció nuevamente Rodríguez —la carta más peligrosa del local— para meter un centro envenenado; tras una serie de rebotes, la pelota le quedó a Alaides Paz, quien definió a quemarropa para firmar el 2-0 y desatar el delirio celeste.
Sin embargo, las finales se sufren. Racing, herido en su orgullo, se levantó anímicamente y tuvo una chance inmejorable para descontar. Allí surgió la figura de la arquera Agustina Sánchez, quien salvó en dos oportunidades consecutivas lo que pudo ser el empate en la serie, para sostener la ventaja en el momento más crítico. De contra, las Piratas pudieron liquidarlo antes, pero Bobadilla le ahogó el grito a Rodríguez.
En el complemento reinó el nerviosismo propio de una definición. La Academia, obligada, dejó espacios en el fondo, pero la “B” no logró sentenciar la historia con un tercer tanto. Para la visita se hizo todo más difícil a los 23’ del segundo tiempo cuando Milagros Otazú vio la segunda amarrilla y se fue expulsada.
Los minutos finales se jugaron al ritmo de Belgrano que manejó bien la desesperación Racing y conquistó su primera estrella. La consagración no es solo un trofeo más, sino que se trata del primer título cordobés en la historia del fútbol femenino.









