Belgrano tropezó en el primer capítulo de la final del Campeonato Femenino al caer por la mínima diferencia ante Racing Club en el Cilindro de Avellaneda. Sin embargo, la sensación que quedó flotando en el aire bonaerense es que la historia está lejos de estar sentenciada: el 1-0 deja a las Piratas con vida y con la ilusión de dar vuelta la historia.
El trámite del encuentro le hizo honor a una final: dientes apretados y poco espacio. Durante la primera etapa, el equipo conducido por Mariana la “Pomu” Sánchez logró neutralizar los circuitos de juego de las locales. Fue un desarrollo chato, friccionado, donde la pelota pasó más tiempo por el aire y en disputas físicas que cerca de los arcos. Belgrano se plantó con orden, entendiendo que en estas instancias, el error se paga caro.
El cero se rompió apenas iniciado el complemento, cuando Racing encontró la única grieta del encuentro. A los 9 minutos, una jugada colectiva de las dirigidas por Héctor Bracamonte desarmó el cerrojo celeste. Agostina Holzheier profundizó por derecha y metió un buscapie venenoso; Dolores Maregatti pivotó y asistió a Rocío Bueno. La delantera académica, de espaldas al arco y con un recurso de jerarquía, definió con una media tijera para marcar el 1-0 definitivo.
Tras el gol, Belgrano intentó reaccionar y Racing buscó ampliar, pero el marcador no se movió más. El equipo cordobés supo sufrir cuando fue necesario para no traerse una diferencia mayor, un negocio que, a la larga, puede ser clave.
El próximo domingo, desde las 20 horas, el Gigante de Alberdi será el escenario de la verdad. Allí, ante su hinchada, las Piratas buscarán hacerse fuerte, revertir el marcador y coronar una campaña histórica.









