Funcionarios del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Ministerio de Hacienda de la Nación se reunieron ayer para revisar las cuentas públicas del segundo trimestre y repasar el programa fiscal acordado tras la firma del millonario auxilio financiero a mediados del año pasado.
Pese a la incertidumbre financiera que atraviesa el país, el próximo desembolso del organismo (US$5.400 millones) no fue parte de la agenda que se abordó ayer. La fecha del encuentro en el que se decidirá si Argentina recibe o no la próxima cuota del préstamo stand-by será decidida en las próximas horas.
De este modo, la reunión de ayer fue técnica. Estuvo encabezada por el viceministro de Hacienda, Sebastián Katz, y el jefe de la misión del FMI en la Argentina, Roberto Cardarelli. El ministro de la cartera económica, Hernán Lacunza, no estuvo presente porque se encontraba reunido con el presidente Mauricio Macri y su gabinete.
Luego, los funcionarios del Fondo se trasladaron a las oficinas de San Telmo que tiene el candidato a presidente del Frente de Todos, Alberto Fernández.
Fernández, con reclamos para el Fondo
Tras el encuentro que mantuvo con los enviados del Fondo, Fernández emitió un duro comunicado con reclamos para el organismo. “Tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina.
Para ello deberían arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias”, aseguró ayer el ex jefe de Gabinete. Por un lado, dijo que coincide con los cuatro objetivos planteados en el acuerdo: recuperar el crecimiento de la economía, generar empleo para combatir la pobreza, reducir la inflación y lograr una trayectoria decreciente de la deuda pública. Sin embargo, sostuvo que “ninguno fue alcanzado” y que “todo empeoró”.
Al respecto, detalló: “La economía cayó 1,7%, la deuda pública subió 29 puntos porcentuales del PBI (Producto Bruto Interno), el desempleo aumentó al 10,1%, la pobreza creció a más del 32% y la inflación se disparó al 53,9%”.