«Queremos ver que es lo que está pensando el nuevo Gobierno. Reconocemos que la pobreza creció en la Argentina. Entonces, cualquier plan que pongan en marcha tiene que tener en cuenta el impacto en la población más vulnerable. Esperamos ver más atención en protección social y ya estamos hablando con nuestros colegas del Banco Mundial y del BID para que apoyen esta clase de planes», señaló la directiva.
Y añadió -en un reportaje difundido este martes por la agencia de noticias Bloomberg- que el presidente electro Alberto Fernández tendrá que «encontrar la forma de mantener las restricciones presupuestarias que existen. Para eso necesitan continuar trabajando y ver dónde el gasto público no está dando resultados valiosos para el país».
«Obviamente, cada país debe hacer eso por su cuenta y ver atentamente qué políticas permiten destrabar inversiones y generar crecimiento», agregó Georgieva.
Durante el último fin de semana, Fernández formuló declaraciones periodísticas sobre la deuda que deberá renegociar su Gobierno: «estamos avanzando mucho más rápido de lo que piensan los medios», dijo.
La intención del presidente electo es negociar plazos de pago más flexibles con el FMI y también con los acreedores privados.
En 2018, la Argentina cerró un acuerdo stand by con el Fondo Monetario por 56.300 millones de dólares, de los cuales se desembolsaron unos 44 mil millones.
«Tampoco hay que salir corriendo, porque finalmente esto es una negociación. Cuando se negocia, se hace una estrategia para buscar las mejores oportunidades y el mejor momento para hacer las cosas», enfatizó Fernández.