El Ministerio de Finanzas de la Provincia inició ayer la negociación con los tenedores de la deuda cordobesa con el objetivo de aprovechar el envión que dejó la Nación con los bonistas con títulos bajo jurisdicción extranjera, y despejar el horizonte cercano de compromisos ante un escenario que propondrá múltiples desafíos para recursos escasos. En total, se intentarán refinanciar unos 1.700 millones de dólares.
La administración de Juan Schiaretti será así una de las que primero avanzarán en la reestructuración de sus compromisos junto con la provincia de Buenos Aires, que arrastra una mochila bastante más pesada y que alcanza los 7.148 millones de dólares para poner sobre la mesa. Según trascendió, en el caso de Córdoba no se buscaría una quita de capital sobre los bonos sino que la estrategia pasa por apuntar a reducir intereses y extender plazos.
En el mercado creen que, de todos modos, lo que suceda con Buenos Aires marcará el camino del resto de los llamados bonos sub-soberanos” que emitieron otras 11 provincias y que, algunas desde casi principio de año, dialogan con sus acreedores para cambiarlos por otros con nuevas condiciones. La gestión schiarettista encaró un reperfilamiento de sus obligaciones, con la urgencia de encontrar un alivio para sus obligaciones más apremiantes, que vencen en 2021, 2024 y 2026.
Córdoba busca un alivio para sus obligaciones más apremiantes, que vencen en 2021 y 2024
La perentoria necesidad de cerrar este frente está vinculada con la permanente depreciación del peso, que es la moneda que alimenta los ingresos del Tesoro provincial. Por caso, durante junio pasado, la pérdida de valor de nuestra moneda nacional respecto del dólar implicó un aumento de la deuda de Córdoba en más de 3.900 millones de pesos.
Las obligaciones provinciales alcanzaban en esa fecha los 196.507 millones de pesos. Otros 9.000 millones de pesos se sumaron por la emisión de los títulos de pago de acreencias (Tipa), destinados a atender obligaciones con contratistas y proveedores, y $ 2.500 millones por un préstamo de la Nación por las complicaciones del coronavirus. El 90% del stock de deuda provincial está colocado en moneda extranjera, ya sea dólares, euros o dinares kuwaitíes, lo cual permitió financiar proyectos de infraestructura.