A pesar de su gran volatilidad, Bitcoin tiene reglas claras que gobiernan su comportamiento, independientes a las subidas y bajadas de su precio. Entenderlas es de vital importancia para comprender su pasado, presente y analizar posibles mundos futuros. Algunas de estas reglas establecen la dificultad para agregar un nuevo bloque a la Blockchain de Bitcoin, debe ser tal que pueda ser resuelto en un tiempo promedio de 10 minutos. Cada uno de esos bloques contiene las transacciones que se han realizado entre distintas personas alrededor del mundo. Al mismo tiempo, cada vez que una computadora (o minero) logra agregar un nuevo bloque a la cadena, recibe como recompensa 6.25 Bitcoins por su trabajo. Esa recompensa se reduce a la mitad cada 210.000 nuevos bloques. De esta manera, sabiendo que cada bloque se crea cada 10 minutos, podemos predecir que cada 4 años la cantidad de nuevos Bitcoins disponibles se reducen a la mitad.
Cuando el protocolo de Bitcoin comenzó a funcionar por primera vez en 2009, la recompensa por minar un nuevo bloque era de 50 Bitcoins. En noviembre de 2012, se redujo a 25, en julio de 2016 a 12.5, y en mayo del año pasado a 6.25 Bitcoins. Este fenómeno es conocido como halving, y se seguirá repitiendo hasta minar la cantidad máxima total permitida por su protocolo: 21 millones de Bitcoins, ni más, ni menos. Estas reglas también nos permiten afirmar que Bitcoin es deflacionario, finito y que la última unidad se terminará de minar en el año 2140.
Si analizamos la historia de Bitcoin, podemos concluir que con cada halving se produce una suba exponencial en su valor dentro de los 12 a 18 meses posteriores (seguida de una profunda corrección), permitiéndole alcanzar nuevos máximos históricos en su precio. Con cada suba que tiene el interés por las criptomonedas vuelve a ocupar el centro de atención de las noticias y el público en general. Sin embargo, evaluar su desempeño analizando solamente su precio puede ser una visión sesgada y cortoplacista de una tecnología que, quizás, sea la mayor revolución monetaria del siglo XXI.
¿Qué se ha logrado en este último tiempo y qué asuntos siguen siendo un desafío para la adopción de Bitcoin y las criptomonedas en general? En los últimos 12 meses posteriores al último halving, Bitcoin logró acelerar su adopción como reserva de valor a largo plazo por parte de grandes empresas e instituciones financieras, incluso empresas locales como Mercado Libre, han decidido incluir a Bitcoin en su cartera de inversiones y balances. El banco más antiguo de EEUU, BNY Mellon, anunció que planea emitir, conservar y transferir Bitcoin entre sus clientes; Mastercard permitirá usar algunas criptomonedas en su red; PayPal permitirá a sus usuarios comprar, vender y mantener Bitcoin y otros cripto activos utilizando sus billeteras online; y la lista de anuncios sigue.
El proceso de adopción también se refleja en los gobiernos. Por ejemplo, el municipio de Florida, EEUU, aprobó un proyecto que permite a los empleados públicos optar por cobrar parte de su sueldo en Bitcoin, y que los ciudadanos puedan realizar determinados trámites en esta criptomoneda. Asimismo, El Salvador se convirtió en el primer país en aprobar a Bitcoin como moneda de curso legal. Si bien es un primer paso, este tipo de medidas podría generar un efecto dominó en otros países para que adapten sus leyes tributarias, buscando atraer a nuevos inversores del ecosistema de criptomonedas.
Este tipo de noticias hubieran parecido imposibles hace apenas un par de años atrás. Pero con cada nuevo logro también surgen nuevas incógnitas y mitos. Actualmente, Elon Musk ha impulsado el debate sobre el consumo de energía y el potencial desafío que representa Bitcoin para el medio ambiente. Un gran sector de la comunidad de Bitcoin sostiene que estas noticias sobre el medio ambiente tienen como objetivo golpear al mercado, y que no se relacionan de manera transparente con un interés genuino en el tema.
Estar en los pies de una tecnología que busca modificar el statu quo del sistema financiero y gubernamental no es tarea sencilla. Muchos desafíos y mitos deben ser ganados a base de argumentos sólidos e información transparente. El camino no es fácil, pero vale la pena caminarlo. ¿Cómo continúa esta historia? Difícil de predecir, pero entender las reglas y funcionamiento de Bitcoin es de vital importancia para salir del mero plano de la especulación financiera, tener una visión a largo plazo y comprender cómo funciona una de las tecnologías que podría generar la mayor revolución monetaria del siglo XXI. El impacto que podría traer a nuestro mundo, recién están comenzando a visibilizarse.
Profesor del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA)