Los precios de los medicamentos continuaron en alza durante agosto, sin control y muy por encima de la inflación”, y ya duplican su precio en comparación con otros países, alertó un informe de la Unión Argentina de Salud (UAS), que enrola a las prepagas y centros asistenciales de todo el país. En comparación con agosto de 2020, el aumento alcanzó un promedio del 74,7%, contra un 51,4% de la inflación acumulada en ese período.
La entidad señaló que los medicamentos bajo receta aumentaron un 77,1% y 57,4% los de venta libre, superando en más de 23% la variación interanual a agosto de los precios al consumidor, informó la UAS. El informe advirtió que en los fármacos de alto costo algunos productos duplican el precio que tienen en Reino Unido y España”.
En comparación con Estados Unidos, la entidad señaló que en la Argentina los precios de los medicamentos más utilizados se duplican, triplican y hasta cuadruplican con relación al salario mínimo. Indicó que la aspirina cuesta en el país cuatro veces más que en Estados Unidos, el ibuprofeno y el paracetamol duplican su precio, y supera el doble si se compara con Brasil.
El trabajo agrega que la buscapina y la metformina, utilizada para el tratamiento de la Diabetes Tipo II, cuestan tres veces más que en Estados Unidos. A su vez, la evolución de precios de los medicamentos utilizados en internación durante agosto pasado respecto a julio fue del 4%, duplicando el porcentaje de aumento general de precios del 2,5%.
La UAS señaló que cinco laboratorios aumentaron sus precios más de 40,3% por sobre la inflación acumulada en los último doce meses, y que 11 de 29 laboratorios lo hicieron por encima del índice inflacionario.
Los precios de los medicamentos de alto costo en la Argentina también superan ampliamente a los de otros países en 23 de 30 fármacos, y aumentaron 23% por encima de la inflación acumulada en el primer semestre, según el estudio difundido.
La entidad señaló que la droga treprostinil vasodilatador aumentó 31% en el primer semestre del año y 107% el acumulado anual, y el ibrutinib y el revlimid, un inmunomodulador, aumentaron un 22% por encima de la inflación.