El Foro Económico de Davos advirtió que los riesgos que enfrentará la Argentina este año están vinculados con la inflación sostenida, la crisis de la deuda y el «colapso» del Estado.
También identificó otros factores, como la proliferación de la actividad económica ilícita y «crisis graves de suministro de materias primas», según el «The Global Risks Report 2023» que se presentó este miércoles, previo al inicio de la sesión anual del Foro, que se realizará entre el 16 al 20 de enero en aquella ciudad suiza.
El informe indicó que la inflación «rápida y sostenida» es una «preocupación mundial» y constituye uno de los cinco principales riesgos para los próximos dos años en los 89 países relevados en el documento.
«Se clasificó como la principal amenaza en varios países del G20, incluidos Brasil, Corea del Sur y México, aunque las presiones inflacionarias han afectado tanto a las economías desarrolladas como en desarrollo. Las tasas de inflación superaron el 80% en Argentina y Turquía, mientras que Zimbabue, la República Bolivariana de Venezuela, el Líbano, la República Árabe Siria y Sudán registraron una inflación de tres dígitos», detalló el escrito.
Por otra parte, el Foro de Davos consideró que los flujos de capital globalizados «han aumentado la exposición de los mercados emergentes y en desarrollo a las tasas de interés en aumento, especialmente aquellos con una alta proporción de deuda denominada en dólares, como Argentina, Colombia e Indonesia».
También señaló que algunos mercados emergentes y en desarrollo «están sintiendo los impactos del ajuste la política monetaria y el deterioro de las condiciones económicas en primer lugar y de manera más aguda».
«Una recesión global generalizada dentro del año podría moderar la inflación y limitar las subas de tasas de interés, pero existe un mayor riesgo de crisis de la balanza de pagos a corto plazo, junto con una contracción del crédito a medio y largo plazo», añadió.
En este marco, advirtió que «los mercados emergentes más grandes que exhiben un mayor riesgo de incumplimiento incluyen a la Argentina, Egipto, Ghana, Kenia, Túnez, Pakistán y Turquía».
Por tal motivo, sugirió que se podría incentivar al sector privado para que participe en la reestructuración de la deuda «a través de una variedad de mecanismos, incluida la emisión de nuevos bonos con protecciones legales más sólidas, compromisos de restitución de pérdidas e instrumentos de recuperación de valor, lo que permitiría a los acreedores privados beneficiarse de la evolución al alza en los países deudores en el futuro, como los instrumentos vinculados al PIB en Costa Rica, Argentina, Grecia y Ucrania».
Además, el informe hizo referencia al mercado de los metales y, en ese sentido, afirmó: «Varios mercados en desarrollo y emergentes se han convertido en beneficiarios netos de este mayor interés tanto del sector público como del privado, incluidos Indonesia, Marruecos y el triángulo del litio de Bolivia, Argentina y Chile».
Sin embargo, sostuvo que esos países «han tenido que caminar sobre la cuerda floja a medida que las potencias mundiales ejercen el control a través del comercio, la inversión y los lazos tecnológicos y buscan restringir el acceso de los Estados rivales».