Tras conocerse la inflación anual, el Banco Central (BCRA) anunció un nuevo sendero de ajuste para el tipo de cambio oficial, que se reducirá de una devaluación mensual del 2%, al 1%.
“En un contexto de recuperación de la actividad económica y aumento estacional de precios, tanto la inflación de los últimos meses como las observaciones de alta frecuencia confirman una inflación observada a la baja y por debajo de las expectativas relevadas en el mercado. El ajuste para el tipo de cambio continúa cumpliendo el rol de un ancla complementaria en las expectativas de inflación”, explicó el BCRA a través de un comunicado publicado ayer.
La modificación en la política cambiaria se implementará a partir del 1º de febrero, en un contexto donde la inflación de diciembre se ubicó en el 2,7%, marcando una tendencia a la baja tras varios meses de desaceleración. El organismo destacó que esta medida también se alinea con una recuperación gradual de la actividad económica, en un marco de estabilidad del mercado cambiario.
A su vez, busca cumplir con las expectativas inflacionarias, reforzando el anclaje del tipo de cambio como herramienta de contención de precios. El anuncio fue anticipado por autoridades como Luis Caputo, quien había señalado que habría una apreciación cambiaria, considerando la baja en la inflación.
Desde el Gobierno consideran que el deslizamiento del tipo de cambio dejó de ser un ancla para frenar la inercia inflacionaria y se convirtió en un elemento que suma inercia en los precios.
El recorte en el ritmo de ajuste mensual implica que las empresas accedan a divisas para importar sus insumos y tengan una menor suba en sus costos, que luego es trasladada a los consumidores. Bajo la lógica oficial, un menor ritmo de depreciación se traduciría en variaciones más bajas del IPC (Índice de Precios al Consumidor) que en el inicio del 2025 estarán ayudadas también por la eliminación del Impuesto PAIS sobre las importaciones.