Según expuso la Bolsa de Cereales de Bahía Blanca (BCBB), entre las campañas 2002/03 y 2021/22, el incremento en el consumo global de aceites vegetales fue de 124%, destacándose los aceites de palma (+186%), girasol (+172%), colza (+123%) y soja (102%).
Asimismo, en 2020, como consecuencia del aislamiento social a raíz de la pandemia por Covid-19, se observó un incremento a nivel global en el consumo de aceites vegetales de 1,7% interanual y, para el ciclo 2021/22, se proyecta una suba de 2,6%. En línea con los aumentos en el consumo de aceite de girasol en los últimos 20 años, se observa un importante crecimiento en la producción y exportación de Ucrania (50%), Rusia (28,5%), Turquía y la Unión Europea (5,6%).
En nuestro país, la producción de semilla de girasol y, por ende, del aceite de girasol, mostró una caída en el período comprendido entre los ciclos 2002/03-2021/22. Sin embargo, a pesar de la pérdida de participación del girasol en relación con sus competidores de la cosecha gruesa, la situación se mostró favorable a la hora de decidir los planteos de verano para el ciclo 2021/22.
Por otro lado, en esta campaña, el ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca informó que los productores argentinos alcanzaron “la mayor producción de trigo de su historia” con una cosecha estimada en 22.100.000 de toneladas. Además, resaltó que “se está logrando estos niveles récord de una manera sostenible, incorporando masivamente las Buenas Prácticas Agrícolas, la biotecnología y toda la economía del conocimiento del ecosistema biotecnológico y de Agtech”.