Con la aceleración de la inflación en marzo, el gobierno nacional decidió otorgar un bono extraordinario para reforzar los ingresos de jubilados y pensionados con los haberes más bajos. Así lo confirmó ayer la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti, quien adelantó que el presidente Alberto Fernández anunciará “en las próximas horas” el bono para la clase pasiva.
Poco después, fuentes de la Casa Rosada salieron a anticipar que el monto a pagar -seguramente en abril- ascenderá a los 6.000 pesos, con el objetivo de compensar el fuerte deterioro del poder de compra de los ingresos causado por la inflación. Si bien nada está confirmado aún, las especulaciones previas indicaban que el pago extraordinario se ubicaría entre los 5.000 y 8.000 pesos, beneficio que alcanzará a alrededor de 5.000.000 de personas que cobran la jubilación mínima.
Para el resto de los haberes jubilatorios, habrá un esquema escalonado por el que tendrán una suma extra decreciente a medida que se incrementa su nivel de ingresos, según se anticipó. Como anunció Cerruti, los detalles finales se están definiendo por estas horas en el Ministerio de Economía que encabeza Martín Guzmán junto a la directora de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta. “Los detalles se están trabajando en este momento (…). Va en el sentido de que no se retrase la jubilación con respecto de la inflación”, adelantó la vocera presidencial en su encuentro con la prensa, donde indicó que las precisiones sobre montos, alcance e implementación serán anunciados por Fernández.
Pero además, algunos medios indicaron que en los despachos oficiales se debate también la posibilidad de otorgar un eventual bono a empleados públicos y privados que compense la inflación de febrero y marzo. “Hay muchos pedidos, y muchos proyectos dando vueltas”, confirmaron fuentes cercanas al Presidente, entre ellos un esquema “parecido” al IFE, de unos 10.000 pesos que se otorgaron tres veces a 9.000.000 de beneficiarios durante la peor etapa de la pandemia. “Hoy por hoy no hay posibilidad. Pero todo está en el menú de baja de precios y recuperación de salarios, que van de la mano”, agregaron las fuentes oficiales.
Si bien el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) podría significar un escollo para la iniciativa, lo cierto es que el propio Fernández insistió ayer con el objetivo de que los salarios le ganen a la inflación. Las medidas buscan compensar el fuerte impacto inflacionario en los sueldos y jubilaciones por la aceleración de los precios.
La inflación superó a las estimaciones más pesimistas en febrero al marcar un alza de precios del 4,7%, frente a una expectativa que rondaba el 4%. El dato de marzo será aún peor por el golpe de la guerra en Ucrania en los precios internacionales de las materias primas, en particular energéticas, el aumento de combustibles y la dinámica ya de por sí acelerada a la que camina el nivel general de precios en la Argentina.
Pérdida salarial
El Indec informó ayer que los salarios subieron 3,8% en términos nominales durante enero, lo que significa que los ingresos de los trabajadores perdieron contra la inflación (que se ubicó en el 3,9% en el comienzo del año) por segundo mes consecutivo.
Sin embargo, no es el mismo panorama para todos los trabajadores: los sueldos en el sector privado formal sí le ganaron a la inflación al ascender al 4,6% en promedio, gracias a los aumentos correspondientes a cuotas paritarias. Sin embargo, los salarios de los empleados públicos tuvieron un alza de apenas 2,9%. En conjunto, los trabajadores registrados percibieron una mejora salarial del 4%, apenas arriba de la inflación.