Desde la Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) indicaron que, en los últimos dos años, los argentinos perdieron entre un 20% y un 30% de poder de compra. Eso, según la entidad, se está reflejando en el nivel de ventas de los comercios.
En esta línea, según Fedecom, las primeras semanas de febrero no mostraron un comportamiento diferente a enero en lo referido a la inflación. “Normalmente, febrero suele ser un mes que no tiene tanta inflación. Marzo en general vuelve a subir. Pero estamos viendo que algunas cosas que no subieron en enero se están incrementado ahora”, indicaron desde la federación. Las tarifas suben el 30%, las prepagas el 9%, combustibles el 4%, mientras que el índice de alquileres para febrero llegó al 85%. También viene subiendo bastante el precio de la carne, lo que también va a impactar en el índice de febrero, por lo cual no vemos que vaya a ser un mes demasiado distinto a enero”, detalló Fausto Brandolín, vicepresidente de la Fedecom.
Con respecto a la baja inflacionaria de noviembre, el empresario consideró que la misma se debió más a instrumentos artificiales aplicados por el Gobierno que a un atemperamiento real de los precios. “Forzosamente lograron bajar la cifra al 4,9% tomando en cuenta algunos productos que estaban en Precios Justos, pero en diciembre la cifra se le fue a 5,1%”, indicó.
Brandolín planteó que esa inflación elevada, más acuerdos salariales que pierden contra los precios, está produciendo efectos negativos en las ventas. “Desde hace varios años, los salarios vienen perdiendo contra la inflación. El poder adquisitivo del sueldo se ha visto deteriorado entre un 20% y un 30% en los últimos dos años. O sea, es mucho, teniendo en cuenta que ha habido artículos que aumentaron un 30%”, explicó.
Asimismo, el dirigente consideró que el Gobierno nacional desatiende este problema. “La pérdida de poder adquisitivo nos pega de lleno. A diario vemos cómo los límites de las tarjetas están cada vez más flacos; la gente está usando la tarjeta para comprar comida y la tiene que pagar en dos o tres cuotas. Cuando se les juntan esas cuotas, se les complica. El poder adquisitivo cae constantemente pero el Gobierno está en otra sintonía”. “Ellos juegan un partido que no es el mismo que están jugando los empresarios, la gente, los comerciantes. Ellos están únicamente enfocados en el tema electoral”, agregó Brandolín.