En el arranque de la semana, el Banco Central aplicó una serie de modificaciones al sistema de pagos del comercio exterior con el objetivo de establecer “prioridades” en las importaciones que se financian con dólares oficiales y evitar maniobras “especulativas” que contribuyan a mermar el bajo nivel de reservas. La decisión de la entidad monetaria llegó una semana después de que la vicepresidenta Cristina Kirchner denunciara en público un “festival de importaciones”.
De acuerdo a los argumentos del Central, el objetivo de la medida es para responder “a las necesidades extraordinarias de divisas para atender la importación de energía”. “Estamos en un momento complejo”, definió el titular de la entidad, Miguel Pesce, quien calculó que los costos de las importaciones de energía ocupan una cuarta parte de las totales.
Las nuevas medidas tendrán vigencia por un trimestre, período en el cual ser buscará “ampliar las reservas en 1.000 millones de dólares”, generando así “una mejora en la balanza cambiaria”, auguró Pesce.
Las pequeñas y medianas empresas quedarán exceptuadas de las exigencias vigentes de financiar sus importaciones por un incremento de 15% respecto al año anterior, con un límite de hasta un millón de dólares.
La entidad monetaria detalló además, que en el nuevo esquema de pagos, quienes operen en el Simi A (Sistema integral de monitoreo de importaciones) mantendrán el acceso al mercado de cambios por el equivalente al promedio mensual de importaciones de 2021 más 5% o de 2020 más 70%. En tanto, las Simi B correspondientes a las Licencias No Automáticas podrán acceder al mercado a partir de 180 días del despacho a plaza.
También se dispuso ampliar las posiciones arancelarias de bienes equivalentes a los producidos en el país que tendrán acceso al mercado a partir de 180 días y la de bienes suntuarios (aviones, drones, jet ski y cuatriciclos, por ejemplo) que podrán acceder a partir de los 360 días.
En cuanto a las importaciones de servicios, se equiparan en el tratamiento a la de bienes permitiendo el acceso al mercado por el mismo monto que en 2021 y en caso de superar el importe el saldo a 180 días.
El organismo que conduce Pesce indicó además que se facilitará la prefinanciación de exportaciones lo cual acelerará el ingreso de divisas especialmente del complejo cerealero, pasando la obligación de liquidar las divisas que se ingresen de 5 a 15 días, y la financiación a largo plazo para precancelar deudas locales en moneda extranjera.
El mercado y la industria reprobaron el cepo
Tras el anuncio de medidas adicionales para el control de importaciones (algo que muchos consideran como un cepo reforzado a la salida de divisas), el economista Martín Redrado consideró que “va en contra de lo que se necesita”. “Argentina necesita aumentar la oferta de divisas y no seguir con esta represión, que lo que está marcando es que cada vez más el Central tiene menos reservas netas”, destacó el ex titular de la entidad monetaria.
En ese sentido, sostuvo que estas nuevas restricciones “van a generar mayor presión sobre los otros valores del tipo de cambio”. Consideró además que hoy “tenemos 15 o 16 valores del dólar y Argentina necesitaría una política donde se unifique el mercado cambiario”. A su tiempo, el presidente de la Unión Industrial, Daniel Funes de Rioja, opinó que “no se debe ni se puede parar la producción”. Mencionó que “no se trata de cualquier importación sino las específicas que hacen a la continuidad del proceso productivo industrial”.
Funes de Rioja mantuvo ayer una reunión con Miguel Pesce para intercambiar opiniones sobre la nueva normativa. En tanto, el dólar paralelo alcanzó durante la jornada un nuevo récord histórico de $232 en la punta vendedora y los tipos de cambio financiero acompañaron la escalada de la moneda marginal. Para los operadores del mercado cambiario la racha alcista responde a la emisión de dinero por parte del Central para financiar el déficit y comprar bonos para poder sostener el precio de los títulos, tras una semana en continua baja.