El sorpresivo giro del gobierno de Javier Milei respecto a los vínculos con China tiene una justificación concreta de fondo: el desplome de las inversiones en la gestión del líder libertario por la persistencia del cepo cambiario y de la inflación.
Un informe privado puso de manifiesto el contexto en el que el Poder Ejecutivo posa ahora la mirada en el gigante asiático para promocionar proyectos de inversión en la Argentina. La consultora de Orlando J. Ferreres, que hace un seguimiento mensual del nivel de inversión, indicó que en agosto la inversión bruta interna cayó 25,8% en términos interanuales.
Se trata de una medición de volumen físico, que no cuenta el efecto de la inflación. En los primeros ocho meses de 2024, así, el retroceso de la inflación acumulado es de 21,5%. En máquinas y equipos en agosto la caída fue de 23,7% en relación a igual mes del año pasado, debido a la marcada contracción de la importación de bienes de capital, que fue de 42,8%.
En otros números, medido en términos del Producto Bruto, la tasa de inversión en agosto llegó apenas al 15,6%, el número más bajo de los últimos años. Para tomar dimensión del fenómeno vale recordar que en 2021, el año post pandemia, ese porcentaje había sido superior al 18% del PBI. Otro ejemplo es la Construcción, donde Ferreres detectó que la inversión se contrajo en agosto un 27,6% en la comparación anual, profundizando fuertemente la caída que se había registrado en julio, que había sido del 16,3%.
En términos acumulados, el retroceso fue de 24,6% para los ocho meses transcurridos de 2024. “Los niveles de inversión de agosto estuvieron negativamente influenciados por la fuerte caída que registró la importación de bienes de capital, aunque en el sector de la construcción también se observa una aceleración de la caída”, matizó la consultora, que no obstante destacó que “hacia adelante, los agentes económicos parecen mayormente adoptar una estrategia de esperar y ver, particularmente en relación a las decisiones que tome el Gobierno sobre el cepo cambiario”.
El estudio identificó además otras razones de la prudencia de los empresarios, como “la baja en la confianza en el Gobierno y la persistencia que muestra la inflación”, a la vez que destacó que septiembre “será el primero en que el Rigi estuvo reglamentado y en plena vigencia, aunque no se han visto aún movimientos concretos”.
Incertidumbre sobre la recuperación
La consolidación de la recuperación de la actividad económica “no da indicios de estar asegurada”, de acuerdo a un estudio conjunto de las Bolsas de Comercio de Rosario (BCR) y Santa Fe (BCSF).
Por un lado, el Índice Coincidente de Actividad Económica de Argentina (ICA-ARG) informó una variación mensual del 0,2%, reflejando que la actividad económica “ha mantenido una tendencia positiva en los últimos cinco meses”, aunque advirtió que a un ritmo más “moderado”.
Asimismo, el informe señaló que “esta mejora no ha sido suficiente para compensar la fuerte caída registrada en el primer trimestre del año”. Por otro lado, el Índice Líder de Actividad Económica (ILA-ARG) mostró cinco meses consecutivos de mejora, con una variación positiva del 0,5% en agosto.
“Este índice, junto con el ICA-ARG, sugiere que podría haber una moderada continuidad en la recuperación en los próximos meses, aunque la instalación de una fase expansiva aún no es concluyente”, indicaron.