Las elecciones primarias del próximo domingo llegarán en un pésimo contexto social para el gobierno nacional, ya que los niveles de pobreza volvieron a aumentar durante el primer trimestre del año a pesar de que también creció la actividad económica y se recuperó el empleo, según se desprende de los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
Los datos pertenecen al procesamiento de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que el organismo oficial difundió el viernes. Según los primeros análisis, la razón del incremento de la pobreza y la indigencia obedece a la incesante suba de la inflación, que acumuló un crecimiento del 115% en los últimos doce meses. Paralelamente, la indigencia subió del 8,2% al 8,9% de la población, mientras que la pobreza lo hizo del 34,2% al 38,7%.
Los porcentajes implican que 208.797 personas ingresaron al estadio de la indigencia en el último año, mientras que 1.169.808 personas en los territorios urbanos se sumaron a la situación de pobreza. Uno de los datos más preocupantes es el empobrecimiento de los trabajadores ocupados en todas las modalidades laborales (tanto registrados como no registrados) y en los que desempeñan por cuenta propia. Por ejemplo, entre los ocupados, la pobreza subió del 24,4% al 28,7%, algo inédito en la historia argentina.
Tanto la línea de indigencia como la de pobreza se calculan en relación a la evolución de las canastas de alimentos y la canasta total, que aumentaron más que la inflación. A marzo, la línea de indigencia aumentó el 120,1% interanual, la de pobreza el 113,2% y la inflación en 104,3%.
Además, hay que tener en cuenta que el Indec mide ambos índices en los 31 aglomerados urbanos, que totalizan 29.000.000 de personas. Si esos porcentajes se extienden a toda la población (46.200.000), incluyendo la rural, significan que en Argentina hay 18.000.000 pobres, de los cuales 4.000.000 son indigentes. A la vez, entre los chicos menores de 14 años, la pobreza subió del 47,1% al 54,7%: son 6.000.000 de niños y niñas que viven en hogares pobres.
En la Ciudad de Buenos Aires, donde la Dirección de Estadística porteña difundió los datos del primer trimestre, la indigencia pasó de 182.000 personas (5,9%) a 259.000 (8,4%), un incremento de 77.000 personas. Y la pobreza subió de 625.000 (20,3%) a 673.000 personas (21,8%).
En la nueva serie del Indec, la pobreza pegó un salto a partir del primer trimestre de 2018, cuando alcanzó el 24,8%. Con la recesión iniciada ese año y las reducciones salariales y de jubilaciones en términos reales que se produjeron durante el Gobierno de Mauricio Macri, la pobreza creció casi 10 puntos llegando al 34,2% a comienzos de 2019 para volver a subir al 34,7% durante el inicio del Gobierno de Alberto Fernández. Con la pandemia y el desplome de la actividad, subió hasta el 39,5%, pero con el rebote la actividad y el empleo logró bajar hasta el 34,2% en 2022 para ubicarse ahora en el 38,7% de la población.