Si bien el sector empresarial argentino espera un repunte de la actividad económica para este año y sostiene un alto nivel de respaldo a la gestión del presidente Javier Milei, al mismo tiempo advierte que persisten fuertes trabas para mejorar la competitividad, principalmente el alto nivel de carga impositiva.
Una encuesta de Taquion y REF Argentina hecha a presidentes, gerentes generales, CEOs y CFOs de las principales 178 compañías del país arrojó en efecto que el 87% de los líderes empresariales consultados cree que la economía argentina crecerá este año, aunque advierten que existen muchas barreras que deben ser abordadas. Si bien el 88% de los encuestados evalúa favorablemente las políticas oficiales -en particular, valoran la estabilidad económica (73%)-, al mismo tiempo esperan un crecimiento moderado de la economía en el año que asoma: el 58% de los empresarios cree que será entre el 3% y 5% del PIB. Sólo el 20% cree que podría llegar a ser entre el 5% y el 10% y el 4% piensa que será arriba del 10%, en sintonía que la predicción del presidente Javier Milei.
A la vez, con el 55% de los votos, la mayoría de los empresarios cree que el principal desafío es mejorar la productividad, seguido por incrementar la participación (49%), aumentar la eficiencia (46%) y adaptarse a nuevas tecnologías (42%). Cuando se les preguntó sobre las problemáticas que más frenan el desarrollo, la gran mayoría (88%) ubica a las cargas impositivas como la principal, seguida de regulación laboral (69%), corrupción y falta de transparencia (55%) e inseguridad jurídica (53%).
Reclamo de Cadam
Por otro lado, en un comunicado titulado “¿Dólar barato o impuestos caros en Argentina?”, la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) -que agrupa a las grandes cadenas de supermercados- advirtió que “más allá del tipo de cambio, el problema principal radica en la carga impositiva que enfrentan los consumidores. Desde la salida de fábrica hasta la venta al consumidor final, los impuestos en cascada representan casi el 49% del precio de los productos”, precisó.
Para sustentar esa afirmación, la organización enumeró en detalle la “carga impositiva” desde la salida de fábrica de los productos: 21% del Iva, 1,5% de Ingresos Brutos, 1,2% de tasa de seguridad e higiene, 1,2% de impuesto al cheque en el proceso de producción; 5,5% de Ingresos Brutos, 1,2% de Impuesto al Cheque y la tasa de seguridad e higiene en la etapa mayorista; y 1,2% de impuesto al cheque, tasas municipales de seguridad e higiene (de hasta un 6%) y 5,5% de ingresos brutos nuevamente en la etapa minorista. En total, calculó la agrupación de distribuidores y autoservicios mayoristas -donde suelen abastecerse muchos de los locales y almacenes de proximidad-, “de cada $1.000, $490 son impuestos”, según denunció.