El horóscopo y la astrología son utilizados de forma muy habitual para predecir el futuro. Son muchos los periódicos y páginas web que obtienen un número importante de lectores a partir de la inclusión de predicciones diarias en función del signo zodiacal, no siempre siguiendo los métodos matemáticos y astrológicos oficiales.
En su origen, tanto astronomía como astrología y religión estaban unidas y representaban una misma cosa: el vínculo que organizó una parte de la humanidad para intentar comprender, comunicarse y ordenar sus destinos y a la naturaleza.
La astrología es un sistema de conocimiento muy antiguo que data sus orígenes en la Mesopotamia -alrededor de los años 3000 AC-, de la mano de los Sumerios, quienes fueron los primeros en escribir y describir los movimientos de los planetas en el zodíaco, con las constelaciones tal como las conocemos hasta el presente.
Las más antiguas tablas de arcilla que se conocen con datos precisos del movimiento de los planetas en sus signos astrológicos, incluyendo interpretaciones clásicas de los siete planetas visibles, datan del 2340 AC. Muchas de estas tablillas escritas en idioma cuneiforme todavía están siendo traducidas en el Museo Británico de Londres.
Según la astrología, el día, la hora y el año en que naciste puede influir en tu futuro, ya que el ser humano sería afectado por los ciclos de la naturaleza y el universo.
Desde una perspectiva mítica, todo lo que nace en un cierto momento contiene, como potencialidad, la energética de ese momento y por eso se han trazado desde tiempos remotos cartas astrales que permiten prever cómo el ser humano resuena con esos ciclos, que van más allá de su control, para poder sintonizar con ellos”, asegura Juan Carlos Saumont, psicólogo, astrólogo y docente de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico.
El Horóscopo” es el sistema usado para interpretar dichas predicciones. El mismo es un término de origen griego: horoskopos” proviene de las palabras hõra” (que se traduce como tiempo”) y skopeo” (examinar”, observar”).
En la astrología occidental las predicciones se basan en la posición del Sol, mientras que en el horóscopo chino se tiene en cuenta también la de la luna, puesto que está basado en un calendario lunisolar y no en uno solar.
Desde la astrología se han propuesto diversos mecanismos por los que los astros podrían influir en nuestro comportamiento, como el electromagnetismo y la gravedad. Sin embargo, estos son escasamente plausibles desde un punto de vista físico.
Debido a estos motivos, el horóscopo y la astrología se clasifican dentro del término Esoterismo”, referido a conocimientos que están ocultos a la ciencia, cuyo aprendizaje requiere ser entrenado por expertos en la materia.
Desde la Psicología, existen distintas teorías que intentan explicar la creencia en la astrología. Uno es el efecto Forer y el otro el autosesgo de confirmación.
Efecto Forer
La Estudios científicos demostraron que las personas solemos identificarnos con descripciones de personalidad muy vagas si se nos dice que nos describen a nosotros específicamente. Esto se conoce como efecto Forer” o efecto Barnum”.
Bertram R. Forer fue un psicólogo que hizo que sus estudiantes rellenaran un test de personalidad. Posteriormente les entregó una supuesta descripción de la personalidad de cada uno, pidiéndoles que valoraran del 0 al 5 en qué medida se sentían identificados con él; el resultado promedio fue de 4,2.
En realidad, Forer les había dado a todos una misma descripción basada en horóscopos. El texto incluía afirmaciones extremadamente vagas como Aunque tienes defectos sueles ser capaz de compensarlos” o A veces eres extrovertido, afable y sociable pero otras veces eres introvertido, cauto y reservado”.
Curiosamente, en otros estudios similares se ha demostrado que la gente tiende a identificarse más con descripciones de este tipo, incluidas las de algunos test de personalidad, que con los resultados de test psicológicos.
Esto se debe a que las personas creen más fácilmente lo que dicen otras a quienes consideran expertas y a que las frases ambiguas permiten interpretar las descripciones de forma subjetiva, proyectando un significado personal sobre ellas.
Probablemente también influya el hecho de que en general los horóscopos dicen cosas inofensivas, mientras que no siempre sucede lo mismo con los test de personalidad psicológicos.
Sesgo de confirmación
Se denomina sesgo de confirmación” o sesgo confirmatorio” a la tendencia a preferir la información que confirma las propias creencias por encima de la que da apoyo a hipótesis alternativas, las cuales ignoramos con mucha más facilidad.
Al igual que ocurre con la elección de los medios de comunicación que se utilizan para informarse, en el horóscopo el sesgo de confirmación se manifiesta de forma muy frecuente.
Normalmente, cuando una persona lee un horóscopo o un profesional” lee le las cartas del Tarot, llegan a dicho sujeto un amplio número de afirmaciones, de entre las cuales se hará más caso a las que parezcan que encajan con la propia imagen y creencias. Además, se recuerdan en mayor medida las frases que acierten” en la descripción.
El sesgo confirmatorio se da constantemente durante la vida. Siempre que se busca, se recibe o se interpreta información, estamos favoreciendo involuntariamente los puntos de vista que ya teníamos. La única forma de evitar en algún grado este error de razonamiento es ser activamente conscientes de cuándo estamos cometiéndolo.
Hay que tener en cuenta que, como hoy ocurre con las ciencias, la astrología fue una forma de intentar comprender y ordenar el mundo creada hace miles de años y sirvió al propósito de una comunidad durante mucho tiempo.
Quizás algún día ocurra lo mismo con el conocimiento científico y las verdades que hoy damos por descontadas a partir de sus métodos sean refutadas con nuevas formas de saber.