Hay ciertos ritos que (no) sirven para atraer la abundancia, el dinero y los viajes, tres objetivos frecuentes en casi todos al pensar en un nuevo año.
El siguiente es un listado con las cábalas más utilizadas para la noche de fin de año.
Dinero en el zapato
Colocar un billete o unas monedas dentro de tu zapato, antes de que den las 12 de la noche. Al comenzar el 2022 debemos expresar el deseo repitiendo mentalmente: “Que este billete se multiplique por millones más”. Hay quienes dejan el dinero allí hasta que les llegue la abundancia.
Ropa dorada
El color dorado representa la riqueza, por lo que elegir un outfit de ese color atraerá el dinero a la vida. Si resulta demasiado perturbador vestirte de dorado, se puede usar en los accesorios, como calzado, cinturón o hebillas.
Doce uvas
Un ritual tradicional que se realiza con uvas frescas o pasas de uva. Se comen a las 12 de la noche y cada una representa un mes del año: hay que pedir un deseo por cada una.
Velas
Encender tres velas blancas atrae los viajes a tu vida. Con ellas se quemará un papel donde esté dibujada una estrella y el símbolo del Yin y el Yan, con la frase “Hacé viajar”. Mientras se quema, hay que pensar el lugar a donde se desea ir.
Salir y entrar
Justo antes de la medianoche, hay que atravesar la puerta de casa hacia afuera y decir “ya me voy”. Cuando dan las 12, hay que entrar y gritarle a la persona que tengas más cerca: “Ya llegué”.
Ropa interior
En nuestro país es tradicional usar bombacha rosa para recibir el año nuevo, porque asegura el romance en tu vida. Pero si lo que buscas para el 2022 es la fortuna, deberás usar ropa interior amarilla, y es mejor si te la han regalado. También existen otras tradiciones, como la ropa interior roja para evitar la envidia o sin ropa interior para…
Ropa nueva
Estrenar alguna prenda al comenzar un año nuevo asegura bienestar y salud. Un buen augurio para el nuevo ciclo que comienza, si se hace con algo nuevo.
Quemar lo malo del año
Escribir en un papel las cosas malas que te han pasado o lo que se quieras alejar de la vida y luego quemarlo antes de la medianoche, para que no nos acompañe el año próximo.