Matías Delle Coste -cuyo usuario en Twitter es @matiasdellecost- compartió el cruce de palabras que tuvieron varios vecinos con otro que escuchaba música a fuerte volumen durante la madrugada y no dejaba dormir a unos cuantos.
Todo comenzó cuando uno de los vecinos había consultado a las 2.25 de la madrugada hasta «qué hora iban a estar con la música heavy metal».
«Hola, buenas noches. Disculpen, sé que es tarde, pero quería saber más o menos ¿hasta qué hora iban a estar con la música heavy metal? No sé si el chico está en este grupo», consultó una vecina en el chat de WhatsApp y cuyo nombre no trascendió.
Al minuto, recibió una respuesta por parte del responsable de la música: «Chup*** un hue**. Te invito una birra si te pinta. jajajajajaja». En ese momento, la vecina le respondió que le estaba «preguntando bien» y que su comentario le pareció «un poco desubicado».
A esas horas de la madrugada, el vecino estaba escuchando Pantera, una banda de groove metal estadounidense. Ante tal situación, otra persona envió un mensaje al grupo de WhatsApp.
«Sos un desubicado. Es muy tarde, es lunes y la gente trabaja. Se madruga. Me encantaría dormir, pero no se puede con esa música horrenda», respondió otra persona para ver si así el vecino bajaba el volumen de la música.
Al parecer, la frase «música horrenda» hirió el ego del vecino metalero, ya que no tardó nada en responder el cuestionamiento de sus gustos musicales.
«Jajajaja música horrenda. ¿Qué escuchás vos? A ver, contame. ¿Paulo Londra? ¿Ricardo Arjona? Te enseño de música cuando quieras, pegate una pasada por el 4D. Te cambio de Pantera a Lamb Of God. Escuchate esta, ahí le mandé loba. Aprendé de música, reguetonera. Manga de giles», respondió indignado el vecino problemático.
Pero el tema no terminó ahí. Cerca de las cuatro de la mañana, el metalero envió una foto de sus partes íntimas al grupo de WhatsApp del edificio.
«¿Sabés la veces que me encontraron fal*** encima? La chocolata que te hace falta jajajajaja Me terminé haciendo amigo de los dos que vinieron , re copados. Lo que menos le copan son los ruidos molestos», escribió en la madrugada.
Como era de esperarse, ese mismo día, por la mañana, otros vecinos intervinieron en el grupo e incluso pidieron que saquen a la persona en cuestión. Además, hubo un intercambio de agresiones verbales.
Sin embargo, eso no fue todo, porque horas más tarde, alrededor de la medianoche, alguien más consultó quién estaba escuchando música fuerte, pero en esta ocasión no era el vecino que disfrutaba del heavy metal.
«Yo estoy con música, pero baja. Aprovecho el momento para pedir disculpas a todos, me comporté como un lunático. Perdí la p*** cabeza, no estoy realmente en mi mejor momento», se sinceró el vecino que escuchó heavy metal hasta altas horas de la madrugada.