Una mujer británica permaneció tres días internada luego de que su perro le defecara en la boca mientras dormía y le contagiara un grave virus gastrointestinal.
Amanda Gommo contó que estaba durmiendo una siesta cuando su perro chihuahua sufrió una diarrea. “Estaba durmiendo la siesta a la tarde con Belle, como siempre lo hago, cuando de repente sentí que algo salía a chorros en mi boca”, dijo la mujer.
Tras este insólito episodio, Amanda estuvo vomitando durante horas y debió ser internada: “Fue repugnante. No podía quitarme el sabor de la boca”.
En primer lugar, le recetaron tres analgésicos para los calambres estomacales y le recomendaron tomar mucha agua para eliminar cualquier posible infección, pero los síntomas recrudecieron con el correr de las horas.
“Estaba tan deshidratada por estar enferma y tener diarrea que mis riñones se habían reducido a la mitad de su tamaño”, explicó Gommo, quien permaneció tres días en observación hasta que combatieron su infección.
“Mi nota de alta decía que había sufrido una infección gastrointestinal causada por un perro que defecaba en mi boca, algo que los médicos nunca habían visto antes”, relató y tras recibir el alta médica reveló: “He perdonado a Belle por su pequeño accidente y aún la amo con todo mi corazón. ¡Pero definitivamente seré más consciente de en qué posición dormiremos en el futuro!”.