Por Agustin Liotta
@agustinliotta
Si uno ve el cronograma de charlas, ponencias y conferencias que se prepararon para el Congreso Internacional de la Lengua, se nota que el nombre de María Teresa Andruetto aparece casi al final de la lista. La escritora cordobesa será la encargada de dar el discurso final de esta octava edición del encuentro lingüístico más importante de habla hispana, realizado cada tres años.
Al igual que la inauguración, el acto de cierre será en el Teatro del Libertador General San Martín, pero comenzará mañana cerca de las 16. También volverá a hacerse presente el presidente del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien presentará a la reconocida escritora.
De hecho, fue el mismo García Montero quien la invitó a darle el punto final a este congreso. En una lectura a las entrevistas que brindó Andruetto antes de su discurso, contó que el cierre se trata de un lugar complejo e intenso y que no estaba segura de aceptar la invitación. Su duda tenía que ver con que no sabía si tenía algo significativo para decir. Lo cierto es que en una mente inquieta como la de Andruetto, las ideas respecto a cuestiones que conciernen a la lengua comenzaron a fluir sin mucho esfuerzo.
“Haber tomado el compromiso de hacer la ponencia de clausura es un poco arrogarme una cierta representatividad del sector de la comunidad a la que pertenezco” le dijo Andruetto a HOY DÍA CÓRDOBA. Y metiéndose de lleno en el contenido de su discurso, la autora sostuvo: “No tengo respuestas ni para todas ni para unas pocas cosas”.
“Lo que hago es plantearme algunas preguntas sobre la lengua, el lugar de la literatura y ciertas preocupaciones que giran en torno a la lengua y a los usuarios de la lengua, que somos todos”, comentó la escritora sin ánimo de revelar por completo a qué se referirá mañana desde el escenario del recientemente reinagurado Teatro del Libertador.
En concreto, ser la encargada del cierre del VIII Congreso Internacional de la Lengua es todo un desafío para ella. Es que, según sostiene, por más que muchos escritores hayan sido invitados, los especialistas de la lengua y los escritores pertenecen a mundos distintos.
“Hay modos de expresiones que desde un lado normativista no son correctas pero para nosotros sí lo son. Es la misma lengua para todos pero a la vez no”.
“Los escritores tenemos un relación un poco desobediente con la lengua. Estoy hablando de los grandes escritores, porque los contemporáneos aún no sabemos qué de lo que hacemos va a seguir leyéndose o si algo va a leerse en un futuro. Pero cuando miramos a los grandes escritores de la lengua y de las distintas modalidades de nuestro castellano, lo que se ve es que fuerzan los bordes oficiales de la lengua para hacerle decir otras cosas”, reflexionó la cordobesa ganadora del premio Hans Christian Andersen de literatura infantil y juvenil.
En el mismo sentido, agregó que romper los límites que impone la lengua es la manera de que se vaya expandiendo. “Los escritores y escritoras que rompen ciertas barreras de la normatividad y buscan nuevas maneras de decir, las llevan hacia un espacio compartido”, sostuvo Andruetto.
Para la escritora la lengua tiene vida y las academias -en este caso, la Real Academia Española- no son las que de verdad deciden si los modismos son válidos o no. “La lengua es como un río o una masa avasalladora que ingresa a un cauce central con distintas maneras, algunas más o menos desatinadas, más osadas o menos osadas hasta que algunas se imponen. Pero no cuando la academia las incluye en el diccionario, sino cuando la comunidad las usa”, sentenció.
En suma, la participación de María Teresa Andruetto en el acto de clausura del CILE va más allá de un correcto uso de la lengua. Tiene que ver con pensar el idioma como un campo en el que se genera el conocimiento.
Literatura e inclusión
María Teresa Andruetto es una escritora comprometida con las causas de género. Adelantó que uno de los puntos que tocará en su ponencia final será la el lugar que ocupan las mujeres en la literatura, aunque aclaró que más que como resolución es a modo de pregunta. “Es algo que está en pleno movimiento. Me pregunto por la inclusividad y no sólo por la de género. Quizá el centro de mis preguntas tiene que ver con los distintos modos de inclusividad o la falta de ella en el campo de la lengua, de distintos tipos de inclusividad”, comentó.