La agrupación Los Títeres de Moñito pone a prueba durante todo julio sus 40 años de trayectoria con las salidas a escena que realizará en el festival Calentitos en casa”. Se trata del primer Festival Virtual de Títeres que organiza el grupo artísticos, y que se emite a través del sitio Lacasadeltitere.com.ar, de manera paga. Las emisiones en el mes de marzo pero luego se fueron sumando otras propuestas.
A lo largo de tantos años son demasiadas las contingencias vividas, ya que sobre las manifestaciones artísticas se reflejan los cambios políticos, sociales, económicos, modificando modos de pensar y sentir la vida”, remarcó Gabriela Molina, creadora de la agrupación. Es por eso que entiende que este festival nos lleva a poner a prueba nuestra tenacidad y la absoluta convicción de saber que el arte libera, la comunicación fortalece y la expresión artística educa al ser , desde un espacio interior y poderoso”.
Entre las pruebas a sortear se encontró la realización de esta nueva modalidad del festival. Ciertamente es diferente a los 22 encuentros anteriores, ya que filmamos 10 obras de nuestra producción total de 27”, detalló Molina. En ese sentido, la cabeza del grupo explicó que debieron crear la plataforma en tiempo récord” debido a que la llegada de la pandemia aceleró los tiempos planeados. Esa tarea estuvo a cargo de Javier Morán, quien debió realizar un sitio sencillo debido a que el público tampoco conoce muy bien la tecnología, tal como dijo Molina.
Llegó para quedarse
Gabriela Molina piensa que la tendencia de shows virtuales a la que los artistas se vieron obligados a girar de manera repentina es una resultante, no solo de la emergencia sanitaria actual, sino también del avance tecnológico en ámbitos como el laboral. Si bien (la tecnología) no ocupaba el lugar que hoy es imperativo ocupar, ya venía incursionando en determinados sectores sociales”, dijo La líder de Los Títeres de Moñito. Y agregó: El arte no regula el acceso a la comunicación, los títeres solo participarán en este proceso porque nos resistimos al olvido, al no consumo del arte de la animación con muñecos”.
Por todo este contexto es que Molina auguró que el arte de los títeres no morirán sino que deben adaptar su lenguaje a la nueva forma para permanecer en el hogar del espectador y encontrar su propio espacio.