Por Martín Iparraguirre
Primera presidenta mujer de América Latina, María Estela Martínez -conocida como Isabel Perón-, permanece como una incógnita oscura de la historia argentina, un maculo no sólo para el peronismo sino para la política argentina misma, ya que su ascenso al Ejecutivo nacional marcó el ingreso del país a su época más oscura y surrealista. Como si esa bailarina desconocida y frívola, que terminó donde claramente nunca debería haber estado, ejerciendo funciones que no podía ni sabía ejercer, escondiera una clave de nuestra idiosincrasia política que nadie quiere reconocer, mucho menos reivindicar como propia. Acaso por esa razón, el documentalista Julián Troksberg decidió meterse de lleno con esta figura por demás incómoda y elusiva en Una casa sin cortinas” (Argentina, 2021, 91), que hasta mañana se proyectará en el Cineclub Municipal Hugo del Carril (Bv. San Juan 49) en los horarios de las 20:30 (hoy) y 18 (mañana).
A través de testimonios, documentos históricos, archivos personales y una investigación que por momentos se acerca al género del policial, Troksberg intenta reconstruir en esta película el perfil de Isabelita hurgando en los rincones despreciados de la historia”, como elogió el fallecido intelectual Horacio González. O en palabras del propio director, Una casa sin cortinas resultó ser una memoria coral sobre el personaje de Isabel Perón, pero también una indagación sobre cómo se diluyen los recuerdos y los modos selectivos con lo que se construye memoria. Y que me permitió entender que a veces los datos más triviales pueden ser los más trascendentes”.
HDC: ¿Por qué te interesó tanto la figura de Isabelita?
Julián Troksberg (JT): Te diría que me interesó la figura de Isabel Perón en cierto modo por su ausencia: a pesar de haber sido la presidenta en un momento clave del país, ella parece estar borroneada de la historia argentina. Y en Argentina, un país que ha trabajado mucho sobre su memoria, ese vacío sobre su recuerdo me llamaba la atención. En ese sentido, el interés no era quizás tanto sobre la propia vida de Isabel Perón, sino sobre la manera en que se construyó o se obturó la memoria sobre ella. Por eso me resultaba clave hablar con gente para escuchar, muchos años después, sus recuerdos y la mirada histórica que construyeran hoy sobre el personaje.
HDC: ¿Cómo fue el acercamiento que propusiste a una figura tan elusiva?
JT: Por un lado, me interesaba trabajar sobre el archivo, más allá de las imágenes ilustrativas de Isabel en diferentes momentos, ver qué podíamos encontrar. Y trabajar sobre eso de una manera poco o nada realista en el montaje. Por otro lado, quería escuchar a diferentes personajes que hubieran estado cerca de Isabel en diferentes momentos de su vida para ver qué se acordaban y qué tenían para decir. Así que archivos y entrevistas fueron claves desde el comienzo del proyecto. Y la tercera pata era algo que quizás podría llamar los lugares de Isabel”, que era la búsqueda de la memoria en lugares concretos, en instituciones, edificios donde me interesaba buscar huellas materiales de Isabel Perón.
HDC: ¿Cuáles fueron las dificultades que encontraste?
JT: Encontré rápidamente que Isabel era un personaje incómodo para muchos y eso llevaba a que no estuvieran muy interesados en hablar a cámara sobre la relación o el trato que habían tenido con ella. Por eso fue en general un largo trabajo de seducción de los entrevistados, para que aceptaran participar. Porque yo quería hacer al menos 30 entrevistas a distintas personalidades. Y luego, por supuesto, las condiciones materiales para hacer una película.
HDC: ¿Qué hallazgos ofrece la película de Isabelita?
JT: Te diría que desde que la presentamos en el Bafici, me di cuenta que los posibles hallazgos variaban según la mirada de cada espectador o espectadora. Algunos se interesaban en unos vestidos colgados en un museo; otros en las respuestas de un vecino; u otros en la voz de un político. Creo que el vacío sobre Isabel es tan grande que muchos descubrían cosas en diferentes lugares y momentos de la película.
HDC: ¿Pudiste llegar a algunas certezas de esta figura tan elusiva y polémica de nuestra historia?
JT: En los más de 5 años que trabajé en la película posiblemente se me resolvieron algunas preguntas, pero otras permanecen abiertas y el personaje, creo, me sigue resultando elusivo.