El realizador franco-suizo Jean-Luc Godard, referente de la Nouvelle Vague y del cine moderno mundial, murió ayer a los 91 años de edad. El artista dejó uno de los legados más importantes en la historia del cine gracias a películas emblemáticas como “Sin aliento”, “Vivir su vida”, “Pierrot el Loco”, “Alphaville”, “La chinoise” y “Yo te saludo María”.
Aunque en un primer momento no se informó la causa de su muerte, luego un consejero de su familia difundió que el legendario cineasta recurrió a la asistencia para el suicidio: “Jean-Luc Godard recurrió a la asistencia legal en Suiza para una muerte voluntaria, a raíz de múltiples patologías invalidantes, según los términos del informe médico”, anunció.
Criado en Suiza, Godard era el último sobreviviente de aquella generación de cineastas que contó con emblemas como Francois Truffaut (fallecido a los 52 años en 1984), Éric Rohmer y Claude Chabrol (2010), Alain Resnais (2014), Alexandre Astruc y Jacques Rivette (2016) y Agnes Varda (2019).
Godard tuvo una intensa actividad hasta casi el final de su vida: en 2018 presentó su último trabajo, el documental “El libro de imagen”, y fue recién el año pasado, tras cumplir 90 años, que anunció oficialmente su retiro del séptimo arte.
Su filmografía incluye más de 50 películas y arriba de 100 créditos como director (buena parte de ellos en cortos y documentales) entre 1955 y 2018, en una larga y brillante carrera cinematográfica con la que logró 51 galardones y más de 70 nominaciones a diferentes premios.
En 1960 debutó con el filme “Sin aliento”, interpretado por Belmondo. La película se convirtió inmediatamente en el manifiesto estético de la Nueva Ola. Un año más tarde se casó con Anna Karina, joven actriz danesa que será su musa en siete películas más, entre ellas “El pequeño soldado”, sobre un desertor durante la Guerra de Argelia, que fue prohibida durante años.
Karina también participó en “Pierrot el loco” (1965), una de sus obras maestras. En 1963 volvió al éxito de público -algo más bien esquivo en su carrera- con “El desprecio”, con Brigitte Bardot. En 1980 estrenó “Nombre: Carmen” (1983), y al año siguiente “Yo te saludo, María” (1984), dos de sus testamentos cinematográficos. Más cerca en el tiempo, en 2010 presentó en Cannes “Film Socialisme” y en 2014 “Adiós al lenguaje”, que obtuvo el Premio del Jurado. En 2017 rodó “Godard, Mon Amour”, y ese mismo año se estrenó el documental “Visages, villages”.
Dueño de una inteligencia genial y una personalidad indomable, a prueba de cualquier riesgo de corrupción, Godard dejó uno de los legados teóricos y estéticos más importantes de la historia cinematográfica, que el mundo no olvidará jamás.