El martes de la la semana que viene Luis Miguel actuará en el Orfeo Superdomo. También actuará en Buenos Aires el 1 y 2 de marzo, pero antes pasó por Chile donde anoche actuó en el Movistar Arena de Santiago de Chile.
Como siempre las excentricidades que exige en sus giras están a la orden del día. Es que el mexicano es muy cuidadoso con el acondicionamiento de los camarines por los que pasa y las habitaciones del hotel donde descansa.
Para su paso por Latinoamérica pidió que no falten al menos unas 20 rosas blancas de tallo largo y sin espinas. Este requerimiento fue el mismo que hizo en 2012 cuando se presentó en el Festival de Viña del Mar. También se supo que el artista pidió tres velas gigantes con aroma a jazmín en adornos de vidrio, así como 120 toallas blancas para su uso.
Con una mentalidad ecologista, el Sol pidió que en las habitaciones coloquen basureros sustentables para poder separar los desechos orgánicos de los inorgánicos.
En su paso por nuestra ciudad, el puertorriqueño nacionalizado mexicano, se presentará el martes 26 y desde la organización informaron que sólo quedan disponibles las ubicaciones con visión restringida.
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