Tras renunciar a los títulos de la corona, Meghan Markle junto a su esposo, el príncipe Harry, decidieron mudarse a Canadá y comenzar una nueva vida. Sin embargo, antes de tomar tal decisión, la actriz estadounidense adoptó y vivió ciertas costumbres de la realeza. Una de ellas, fue adoptar el apellido Sussex cuando se casó con el príncipe, pero eso podría cambiar el 31 de marzo.
La decisión de iniciar de cero y de acordar con la familia real que tanto ella como su marido no utilizarán sus títulos reales en calidad oficial, generó que tenga que cambiar su apellido. Markle sigue siendo conocida por su apellido de soltera, pero puede elegir ponerse otro apellido real mientras inicia su vida independiente en otro país.
Dentro de las opciones, Meghan puede adoptar el mismo apellido que la reina Isabel II y el príncipe Felipe de Edimburgo. Por tradición, los miembros de la familia real emplean sus títulos como apellidos. Es así, que los herederos de la monarca se les ha otorgado el derecho de usar Mountbatten-Windsor cuando sea necesario.
Por su parte, Meghan Markle y el príncipe Harry optaron por darle a su hijo Archie Harrison, quien nació el pasado mayo, el apellido Mountbatten-Windsor en homenaje al duque de Edimburgo. De esta forma, Meghan también podría seguir los mismos pasos que su pequeño, es decir, que la conozcan de forma pública como Meghan Mountbatten-Windsor.
El príncipe Harry antes de convertirse en el duque de Sussex, era conocido como Harry de Gales. Por otro lado, el rey Jorge V decidió tomar el nombre de Windsor por una de las residencias favoritas de la familia en Berkshire. Y cuando el príncipe Felipe se casó con la princesa Isabel en 1947, se convirtió en un ciudadano británico con el apellido Mountbatten.
Los dos títulos se unieron producto de una larga pelea entre el duque Edimburgo y la reina sobre el derecho de Felipe a dar sus hijos su apellido. Tras heredar el trono, el rey declaró en 1952 que el apellido de toda la familia real sería Windson y no Mountbatten.
La decisión enojó a duque de Edimburgo, quien le reclamó a su esposa que era el único hombre en el país que no le había dado su apellido a sus hijos.
En 1960, la reina le concedió una concesión cuando se decretó que sus descendientes directos a quienes no se les dio el título de príncipe o princesa se les otorgarían el apellido Mountbatten-Windsor, incluido a la nueva incorporación real Archie.
Otro momento que está viviendo la corona británica, es que el príncipe Carlos de Inglaterra tiene coronavirus pero se encuentra en buen estado de salud. Ante la noticia, Meghan Markle le prohibió al príncipe Harry abandonar Canadá y volver al Reino Unido para ver a su padre, como forma de preserva la salud de toda su familia.