Durante la despedida de Juan Román Riquelme en la Bombonera, se produjo un incidente incómodo en el vestuario cuando la periodista Sofía Martínez intentó entrevistar a los protagonistas y Coco Basile le pidió que se retirara.
Aunque permaneció en el vestidor a cierta distancia, Messi y Di María se levantaron para evitar ser abordados por la periodista después de hablar con Pablo Aimar, lo que generó especulaciones en las redes sociales sobre los supuestos celos de Antonela Roccuzzo, esposa de Messi.
Ante los rumores, Sofía Martínez aclaró que no hay celos y que admira a Antonela, destacando su forma de lidiar con la fama y su familia. El incidente con Basile fue un malentendido, y Sofía explicó que su acceso al vestuario estaba autorizado debido a su trabajo en la cobertura del evento.
“¿Por qué está ese rumor de que Antonela estaría celosa?”, le plantearon a la periodista que trabaja en la TV Pública, ESPN y en Perros de la Calle (FM 104.3 Urbana Play). “No, cero, cero, no sé de dónde sale, sinceramente. Al contrario, mirá, una vez salí con Antonela, yo la admiro un montón”, comenzó respondiendo Sofía.
“Por cómo lleva la locura que hay alrededor, por la familia que tienen, que me encanta…”, agregó a continuación como para dar los motivos que considera de admiración para con Roccuzzo.
“Y realmente es admirable ver cómo se llevan ellos, cómo muestran su día a día sin grandes excentricidades, así que la mejor del mundo con Antonela”, concluyó Martínez, descartando todo tipo de cortocircuito con la familia Messi, especialmente con la mamá de Thiago, Mateo y Ciro.
Posteriormente, la periodista explicó lo sucedido en el programa «Perros de la Calle», mencionando que en los partidos de despedida se puede presenciar cómo los jugadores se saludan entre ellos y se preparan para el encuentro. Su presencia en el vestuario fue acordada por la producción y forma parte de la transmisión de este tipo de eventos.
Sofía Martínez aseguró que respetó la privacidad de los jugadores y evitó interrumpir mientras se estaban cambiando. Fue informada por la seguridad de que podía ingresar al vestuario de la selección, pero Coco Basile, quien estaba sentado, le indicó que no podía estar allí.
A pesar del incidente, Sofía consideró que Basile tuvo buenas intenciones y luego tuvieron una conversación para aclarar las cosas.