Diez de los once detenidos por el crimen del joven Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes en la puerta de un boliche de Villa Gesell, se negaron a declarar al ser llamados a indagatoria por el fiscal del caso, Walter Mercuri. Todos fueron trasladados a General Madariaga, a la fiscalía descentralizada de la localidad balnearia para cumplir con el trámite legal. El abogado contratado para la defensa de todos ellos, aseguró que no tenían un pacto de silencio” e indicó que simplemente ejercieron su derecho”.
En tanto, Pablo Ventura, el joven detenido en Zárate como implicado en el caso, fue indagado por el instructor de la causa. Según su padre, José María Ventura, se aportaron elementos de prueba para afirmar que en el momento del hecho su hijo no había viajado a la localidad costera. Además, deslizó que su hijo le comentó que había tenido problemas con dos de los implicados, y ellos lo habrían señalado como uno de los responsables de la agresión.
El fiscal reveló que hay entre tres o cuatro jóvenes que fueron identificados como los autores de los golpes que le provocaron la muerte a Báez Sosa, los cuales podrían recibir la pena de prisión perpetua. A algunos les imputo la coautoría. Son los que golpearon en la cabeza a Fernando, que se ven en todos los videos. Uno de ellos es el que le aplica la patada que, según la autopsia, es la patada mortal”, declaró Mercuri en declaraciones a la prensa.
Por su lado, Virginia, una turista de 17 años, presenció parte de la golpiza que le propinaron a Báez Sosa. Ella misma relató que le practicó maniobras de RCP (Respiración Cardio Pulmonar) hasta que llegó la ambulancia. Según su crónica, cuando ella salió del local bailable vio que la gente pedía ayuda porque lo estaban pateando a Fernando en el piso. Cuando los agresores se van, él estaba inconsciente y nadie se animaba a acercarse, y con otro chico y un policía nos intercambiamos durante media hora para hacerle RCP”, declaró ante la prensa.
Autopsia
Las conclusiones de la autopsia realizada en el cuerpo de Fernando Báez Sosa revelaron que murió a causa de un severo traumatismo en el cráneo. Según fuentes judiciales y policiales, el joven sufrió una hemorragia interna por un golpe en la cabeza, que no le provocó fractura, pero fue suficiente para que se desencadenara la muerte. También se constataron otros golpes en la mandibula.
Los restos del joven fueron inhumados ayer en el Cementerio de la Chacarita, en medio del reclamo de justicia de sus padres y allegados. Graciela, madre de Fernando, expresó que tienen que pagar por lo que hicieron. Se me fue la vida, estoy muerta”. Asimismo, Silvino Báez, padre de la víctima, aseguró que a su hijo lo mataron como a un animal”, y dijo tener fe de que las autoridades condenen a los culpables.